La cuenta regresiva para el cierre de listas entre los peronistas de la provincia de Buenos Aires todavía remolonea en definiciones. Tanto en la Unidad Ciudadana que lidera la ex presidenta Cristina Kirchner como en el Frente Justicialista que promueve el ex ministro Florencio Randazzo aseguran que trabajarán hasta último momento en pos de la unidad pero los términos de una posible negociación continúan siendo un interrogante. Los sectores kirchneristas dan por sentado que será la ex presidenta quien maneje la lapicera para el armado de las candidaturas nacionales a senadores y diputados por lo que, es lo que responden desde el entorno de Randazzo, nadie salvo ella puede determinar cuál sería el acuerdo. “No hay ninguna propuesta sera”, aseguran los randazzistas.
Obviamente, el imponente acto que encabezó la ex presidenta el martes en Arsenal sirvió para templar el ánimo del kirchnerismo que ya piensa en su estrategia electoral más allá de las PASO. “Nosotros vamos a mantener la bandera la unidad. Cristina nunca va hablar de las cuestiones partidarias, sólo de los problemas nacionales y con la bandera argentina como estandarte”, adelantaba un dirigente de la provincia que estuvo en la primera fila del encuentro. Añadía que nadie se atrevía a poner en discusión que CFK tuviera amplias atribuciones sobre las listas nacionales mientras que las provinciales se discutirían entre la treintena de intendentes que integran el espacio, La Cámpora y los partidos aliados. En los municipios propios se promoverán las listas de unidad mientras que los que están en otras manos se buscará dirimir los nuevos liderazgos locales en las primarias. Intendentes que forman parte de este espacio como Verónica Magario (La Matanza) o Ariel Sujarchuk (Escobar) ya adelantaron que irán con listas únicas en sus distritos.
Otro de los intendentes kirchneristas, Gustavo Menéndez, de Merlo, tuvo ayer palabras elogiosas para Florencio Randazzo y volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de que el ex ministro de Transporte encabece una de las listas de la Unidad Ciudadana que promueve la ex presidenta Cristina Kirchner. “Es muy buen compañero, una persona inteligente”, dijo Menéndez, componedor, sobre Randazzo. “Ha sido un gran funcionario, que tiene proyección en política. Puede, con el tiempo, llegar a transformarse en uno de los presidenciables de un movimiento como el nuestro”, añadió el jefe comunal.
Sin embargo, el jefe de campaña de Randazzo, Alberto Fernández, aseguró que aunque recibe llamadas a diario nadie le puede explicar con claridad cuál es la propuesta que pretenden hacerle. “Ni ellos saben qué esta pasando”, sostuvo Fernández. El ex jefe de Gabinete hizo una comparación con relación al armado del acto en Sarandí. “Hubo un centro con Cristina hablando sola mientras que la dirigencia la miraba desde la tribuna. Ellos no tienen idea”, agregó.
“Lo único que hay es voluntarismo”, coincidía otro dirigente alineado con Randazzo. Definía como una “maniobra” la intención del kirchnerismo de presentarse como único garante de la unidad peronista al mismo tiempo que no avanza en propuestas concretas para alcanzarla. “El de Arsenal fue un buen acto. Cristina quiere armar Podemos en la Argentina. Está bien, es su búsqueda, pero no la nuestra que apostamos a renovar al peronismo”, completaba.
Tanto en uno y otro sector aseguraban que todavía no había definiciones sobre los nombres principales y que por el momento estaban concentrados en cerrar las listas en los municipios. Justamente, en el kirchnerismo aseguran que quienes más intranquilos están ante el inminente cierre de listas son los intendentes que militan en las filas de Randazzo ante la posibilidad de una elección en la que sus listas obtengan alrededor del 10 por ciento –es lo que hoy le estarían dando las encuestas al ex ministro– y verse obligados a administrar sus distritos con concejos deliberantes en minoría a partir de diciembre. Creen que ellos tienen en sus manos la alternativa de convencer a Randazzo de hacer otra cosa que presentarse por las suyas. “Por eso hasta último momento la posibilidad de una lista única va a mantenerse”, sostenían.
Lo contrario aseguraban los randazzistas. “Los que llaman son los intendentes de ellos. Preguntan si Randazzo quiere bajarse, si quiere ser primer diputado o incluso si quiere ser senador y que se baja Cristina. No saben qué quieren por eso es imposible avanzar hacia ningún lado”, respondían. Como para desmentir las versiones sobre una deflexión de Randazzo, Alberto Fernández salió ayer a cuestionar al presidente del PJ Bonaerense, Fernando Espinoza, porque –aseguró– no atiende a los apoderados de la lista que buscan completar los trámites para la inscripción del Frente Justicialista. En ese frente también está anotado para competir el intendente de José C. Paz, Mario Ishii, aunque aún debe presentar los avales para respaldar su candidatura. También existe la posibilidad de la presentación de una lista duhaldista para los municipios y hasta el legislador provincial José Ottavis deslizó la intención de postularse como candidato a diputado nacional.
Ayer por la noche, cerca de Espinoza adelantaron su compromiso para llevar a la Justicia la documentación que habilitará la inscripción de la boleta de Randazzo en las próximas horas.