La ministra de Seguridad Sabina Frederic aclaró que su ministerio no prohibió el uso de las pistolas taser las cuales podrán ser utilizadas por las jurisdicciones que lo deseen. La implementación del uso de estas armas volvió a estar en discusión luego del asesinato del policía Juan Roldán en Palermo.
Frederic destacó la entrega, el profesionalismo y el sacrificio de Roldan al intervenir en esa situación difícil a pesar de que no correspondía a su zona de actividad. Además criticó a quienes intentaron hacer utilización política de este hecho. "Lamento la falta de respeto de algunos funcionarios y ex funcionarios que se ponen a discutir sobre cuestiones abstractas que no terminan de explicar ni dan cuenta el escenario particular en la cual ocurrieron estos hechos" dijo la ministra.
"Yo no prohibí el uso de las taser. Nosotros en diciembre de 2019 lo que hicimos fue derogar el protocolo que dejó la exministra Patricia Bullrich que era un protocolo ambiguo e impreciso que hacía que era imposible que un policía se pudiera guiar por ese protocolo. Además es un protocolo con una gran hipocresía porque nombraba a estas armas como no letales y las armas taser son letales. Si uno entra a la página de la empresa que las fabrica ve que hay una leyenda que dice que son armas menos letales” expresó la ministra.
Frederic contó además que desde el ministerio autorizaron el uso de las 100 pistolas compradas por el gobierno de Mauricio Macri y que las utilizaran las fuerzas especiales de la Federal. “Nosotros las derivamos a las fuerzas especiales para que elaborarán un protocolo y una capacitación específica” comentó la ministra.
Asesinato del policía Roldan
Al ser consultada por la muerte de Roldan Frederic expresó que el hecho debe ser analizado desde “un contexto más amplio” que ponga en discusión que se hace con los enfermos mentales en la argentina y en la Ciudad de Buenos Aires. “Rodrigo Roza, quien termina asesinando a Roldan vagaba hace varios días por la ciudad. No hubo ningún llamado al 911 ni al Same. No hubo intervención de los profesionales que saben cómo actuar en una situación así ante una persona que estaba en el medio de un brote con sus capacidades mentales alteradas. Es una situación que no puede ser encuadrada en la amenaza de un delincuente común” completó.