En su editorial, Eduardo Caími se refirió al rol de la oposición política y mediática que busca generar malestar en la sociedad en medio de la pandemia y romper el Frente de Todos aprovechando las diferencias que hay dentro del espacio ante la situación de Venezuela.
“El frente de todos se formó como un virtuoso espacio heterogéneo, con poderosos denominadores comunes, atravesado por distinciones y por tensiones inevitables. Un pensamiento de Néstor Kirchner resultó paradigmático para la construcción. ´No pregunten de dónde vienen, sino hacia dónde van´dijo Nestor. En ese ir, asoman disyuntivas, contrapuntos naturales. La caracterización del tema venezuela siempre fue motivo de diferencias. Alberto Fernandez no es Néstor ni tampoco Cristina” introdujo el conductor de Caími a las 6.
“El voto del gobierno en la ONU provocó un revuelo esperable. La decisión asumida votando a la par de gobiernos de derecha recalcitrante en la región es una patada al hígado. El gobierno cometió un grave error al votar como lo hizo” sostuvo Caími. “Pero este contrapunto no debe llevarnos a perder el eje político y estratégico que llevó a conformar este frente tan rico, vivaz y tan diverso. El gran enemigo sigue siendo, a pesar de todo, la derecha que agita y está al acecho. El continente, como tantas veces lo marcamos, es una referencia inequívoca del desmadre que las derechas generan. Con o sin pandemia, destrozando la vida de sus pueblos” agregó el periodista.
“El debate interno debe ser continuo, permanente sin olvidar que un oceano de tiburones nos rodea. tiburones hambrientos y voraces que van a explotar a más no poder las diferencias que surjan” completó Caími.