En su editorial, Eduardo Caími habló del conflicto donde el ex titular de la Sociedad Rural, Luis Etchevehere, busca desalojar a su hermana de la estancia familiar.
“La disputa que se ha dado entre los hermanos Etchevere no es solo un desencuentro entre hermanos. Tampoco es solo una cuestión sucesoria. Implica, en virtud de los intereses en pugna, el cruce de dos modelos distintos de administrar, explotar y disponer de un bien vital y estratégico: la tierra. La desigualdad atenta contra la democracia. Y esa ruinosa desigualdad está sustentada en la concentración de la riqueza y las prácticas monopólicas. En esos círculos privilegiados, la concentración de la tierra es abrumadora en la Argentina”, introdujo el conductor de Caími a las 6.
Caími contó que Dolores Etchevere, hermana de Luis, quiere donar su parte de la estancia al proyecto Artigas. “El Proyecto está conformado por un grupo de campesinos sin tierra, militantes y organizaciones ambientales que recuperaron la Estancia Casa Nueva, ubicada en La Paz, Entre Ríos. El proyecto propone construir un modelo agrario sostenible, libre de agrotóxicos y explotación, distinto al que su familia representa. Es un proyecto productivo que cuida a la madre tierra y respeta los derechos de las familias campesinas", explicó Caimi. “La historia de la Estancia es la historia del modelo de agronegocios que impera en Argentina, que concentra la tierra, destruye la naturaleza, envenena a las comunidades con el uso de agrotóxicos, quema humedales y expulsa a miles de familias campesinas", agregó.
“A los campesinos que acompañan a Grabois, abogado de Dolores, los lacayos de Etchevehere los llaman en redes “piojosos, sarnosos y punteros políticos”. A don José Gervasio le decían que era un ´vil traidor a la Patria´. La historia vuelve a repetirse. En aquel momento como tragedia, ahora como farsa. No es una nimiedad lo que está en juego. Es estructural. Es parte de la reconstrucción de este país. La propiedad y la tenencia de la tierra. De ello depende mucho nuestro futuro” completó Caími.