La diputada Carolina Gaillard (Frente de Todos- Entre Ríos) afirmó que la nueva ley "permitirá a los usuarios decidir cómo acceder al cannabis, ya sea con autocultivo, clubes de cultivo, en farmacias o comercios habilitados".
"La ley 27350, que se aprobó en 2017, fue la mejor que se pudo sancionar en ese momento. Pero hoy la paradoja es que el paciente sigue comprando en el mercado ilegal, en el exterior o lo tiene que importar", contó.
Entre los objetivos del proyecto, Gaillard destacó los de "promover el desarrollo científico y la industria nacional del cannabis".
El proyecto crea el Instituto Regulador del Cannabis (IRCA), similar al que funciona en Uruguay, porque "es una sustancia compleja, considerada estupefaciente, donde se cruza lo penal y lo sanitario. El IRCA se encargará de coordinar el desarrollo y la investigación en las universidades y la industria, dará permisos o licencias para producir y para el autocultivo".
La diputada remarcó que "el que cultive, va a estar tranquilo. La policía no va a venir a allanarlo, algo inaudito en el siglo XXI en la Argentina".
Según el proyecto, en el que trabajaron el Conicet, Mamá Cultiva y el INTA, "el estado regulará todo, incluida la producción con fines medicinales y otros usos como el cosmético". Incluso, permitirá a los cultivadores hacer testeos de las sustancias y manejará un banco de semillas.
Además, permitirá la producción en laboratorios públicos y privados pero solamente nacionales.
"Tomamos las experiencias de Israel, Canadá y Uruguay, que exporta a Suiza flores con CBD. Eso se puede hacer acá y es una fuente de trabajo y de divisas", aclaró.
Para Gaillard, la ley tiene "todas las posibilidades de ser aprobada. Hay 20 provincias que quieren cultivar cannabis porque lo demanda la población. Es igual que el aborto: esto existe. El debate social ya lo ganamos. Ahora queda en los legisladores ver si están a la altura de las circunstancias y oyen a la sociedad o miran para otro lado", dijo.
El ejemplo de Dolores Etchevehere
Por otro lado, Gaillard se refirió al conflicto de la familia Etchevehere en Entre Ríos, su provincia de origen. "Dolores está peleando por su parte de la herencia. Como pasa en muchas familias tradicionales, los varones siempre perjudican a las mujeres con el argumento de que ellas ´no trabajan el campo´. Históricamente, las mujeres accedieron. Pero Dolores se plantó diciendo que le corresponde lo mismo que a los varones, y como no se resolvió la sucesión, le asiste el derecho de usar las tierras. Espero que muchas mujeres entrerrianas se aviven y reclamen lo mismo", finalizó.