Pasan cosas raras con la pandemia. “No solo nos ataca el peligro del virus, sino que más peligroso aún es el peligro de la estupidez con ludo de millones de seres humanos. Ahora el tema de los antivacunas, anti Alberto, anti Cristina, anti gobierno, anti Papa, anti barbijo, antiparras, antípodas, anti inteligencia, era que no se iban a dejar aplicar la vacuna rusa” dijo Adrián Stoppelman en su columna de humor en La Mañana de Víctor Hugo.
“Por más que el gobierno decrete la vacunación obligatoria, ellos no se van a vacunar. ¿No es una misión ideal para Super Berni y sus vacunadores entrenados? Imaginate el despliegue, rodeando el country, rodeando Barrio Parque con vehículos artillados con lanza jeringas y cámaras en la punta de cada jeringa que te muestran en qué lugar del tujes le embocaron la vacuna a los chetos descerebrados. Imaginate el video que va a hacer después: Lo sube a Youtube, lo monetizan y nos llenamos de plata”, agregó Stoppelman.
“Para colmo de males, la vacuna se llama Sputnik. Grave error de marketing. Le hubieran puesto Smirnoff… como pan caliente sale. Pero no: viene de Rusia, un lugar que la mayoría de la gente todavía cree que es la Unión Soviética, donde anida el comunismo, el chavismo, el kicilofismo y el graboisismo”.
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