La lucha de los vecinos que defienden la recuperación del Cine Teatro Urquiza se puso espesa. Algunos de ellos fueron citados a audiencias de mediación por la empresa propietaria del terreno que, denuncian, pretende demoler el inmueble. Estiman que es el paso previo a un juicio por daños y perjuicios. Este hecho motivó el abrazo simbólico que realizaron en Avenida Caseros 2826, Parque Patricios. Participaron las murgas del barrio y hubo discursos de integrantes de la asamblea para la recuperación del cine, de Carlos Rottemberg, políticos y arquitectos. Según los organizadores se reunieron 500 personas.
Ante los nuevos acontecimientos que entorpecen una batalla que lleva cuatro años, los vecinos hicieron este acto en las puertas del ex cine, cortando la calle. Recibieron el apoyo de Rottemberg, quien se manifestó a favor de la recuperación del espacio. También tomaron la palabra el abogado de los vecinos, Jonatan Baldiviezo; el presidente del Foro de la Memoria, Manuel Vila; y legisladores y ex legisladores de distintos espacios. Estuvieron el vicepresidente de Argentores, Bernardo Carey; y el arquitecto Luis Lanza, especialista en patrimonio que defiende la causa. La Asociación de Comerciantes del barrio también se sumó. El fin último de los vecinos es la preservación de un edificio que consideran emblemático y que, puesto de nuevo en funcionamiento, podría reactivar la vida social y cultural del barrio.
“Este abrazo busca manifestar el repudio al accionar de la empresa, que a través de la judicialización quiere amedrentar a la asamblea”, expresó a PáginaI12 Baldiviezo, que, aparte de abogado de los vecinos, es presidente del Observatorio del Derecho a la Ciudad. “Esta práctica para acallar luchas sociales se está haciendo frecuente en la ciudad de Buenos Aires”, remarcó. La empresa en cuestión es Establecimientos Campana SA. Según los vecinos, busca demoler el ex cine para construir un edificio de 10 pisos. No obstante, en enero, la Dirección General de Interpretación Urbanística (Dgiur) le comunicó que un proyecto que presentó no se adecuaba a la ley e informó que el Consejo de Plan Urbano Ambiental (Copua) lo había desestimado.
Según el artículo 2 de la Ley Nacional 14.800, en casos de demolición de salas teatrales, el propietario tiene la obligación de construir otra semejante a la demolida, norma que completa el artículo 2.1.1.1 del Código de Edificación. El proyecto presentado por la empresa apunta a la construcción de una sala mucho menor a la original en términos de superficie. “El Pro rechazó la protección patrimonial del inmueble e impide que avancen los proyectos de ley con ese fin, pero por otra parte está obligado a que se respeten las leyes que existen”, analizó el abogado.
Luego de que dos de ellos recibieran cartas documento, los vecinos se reunieron en asamblea, planearon el abrazo y determinaron otros tres puntos: declarar la emergencia cultural de la Comuna 4; repudiar “todo intento de promover un desarrollo inmobiliario” en el espacio donde funcionó el Cine Teatro Urquiza; y declarar persona no grata a Oscar Campana. “La única salida para que no sean demandados es que se aprueben las leyes”, sentenció Baldiviezo. En la Legislatura porteña hay tres proyectos: uno presentado por los vecinos, que pide protección estructural; otro de la Defensoría del Pueblo, que solicita protección cautelar; y un tercero busca declarar de utilidad pública al cine-teatro y disponer su expropiación. La Asamblea aseguró que su iniciativa tiene el apoyo de 13 de los 14 bloques. “Pero el gobierno porteño no quiere ponerlo en tratamiento”, advirtió.