Lautaro Insúa, de 18 años, fue brutalmente golpeado por cuatro jóvenes rugbiers en su vivienda en un country en la provincia de Córdoba. Sufrió fracturas de tabique nasal y de pómulo.
Victor Daniel Insúa, padre del joven golpeado, contó que al término de su fiesta de egresados decidieron continuar con el festejo en su domicilio. Por la pandemia, el recinto solo estaba habilitado para pocas personas, por lo que el joven dueño de la casa les pidió que se retiraran: "Me golpearon, me rompieron la nariz. Tengo fracturas en los orbitales de los ojos", afirmó en declaraciones radiales.
Además de evaluar las consecuencias que los golpes tuvieron en la vista, deberán realizarle una cirugía reconstructiva.
El papá relató que además de su hijo se encontraban presentes sus amigos en un patio trasero, donde también había un grupo de madres.
Los tres agresores, todos jugadores del club Tala y también de 18 años irrumpieron en el festejo. “Les dijeron que no tenían que estar ahí. Empezaron los forcejeos, empujones”, contó Insúa en diálogo con Radio 10.
Insúa indicó que Lautaro no conocía a los jóvenes a pesar de haber jugado al rugby hace dos años en el Club Universitario.
“Los agresores juegan en el Tala y el padre de uno de ellos es vocal de la comisión directiva. Es un ex Puma -señaló-. Estaba viendo una persona del club que decía ayudan en la educación de los niños. No me parece que sea así”.
Por su parte, los directivos de Tala emitieron este martes un comunicado repudiando los hechos y manifestando que iniciaron un proceso interno.