El conductor Baby Etchecopar fue denunciado penalmente ante la Justicia federal porque en mayo de este año, en su programa El ángel del mediodía, dio al aire los teléfonos de mujeres que lo escracharon en la puerta de la radio por expresiones machistas y violentas que justificaban abusos sexuales. Las protestas fueron el 4 de mayo, poco después de conocido el femicidio de la joven entrerriana Micaela García, cuyo caso sirvió a Etchecopar como excusa para sus palabras. La denuncia por “instigación a cometer delito”, “intimidación pública”, “apología del crimen” e “infracción a la ley 23.592”, sobre actos discriminatorios, recayó en el Juzgado Criminal y Correccional Federal Federal Nº3, a cargo de Daniel Rafecas. En los próximos días, el fiscal Guillermo Marijuan podría dictaminar si corresponde investigar los delitos imputados al conductor Etchecopar y, a la vez, dar con quienes usaron los teléfonos brindados por él para enviar mensajes intimidatorios a las mujeres que protestaron, y acusarlos por amenazas. La denuncia fue radicada por las víctimas de los llamados, que contaron con asistencia de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM).
La presentación considera especialmente relevante el componente de violencia machista, porque “además del interés público que revisten los hechos, pesa sobre el Estado argentino un deber especial para los casos de violencia de género”. El caso llegó a Ufem luego de que las denunciantes concurrieran a una de las oficinas de Acceso Comunitario a la Justicia (Atajo) en La Plata, informó a este diario la titular de la fiscalía, Mariela Labozzetta.
La denuncia refiere lo sucedido el 4 de mayo, días después de que Etchecopar dijera al aire que los casos de abuso sexual contra niñas eran causados por las propias víctimas (ver aparte). Un grupo de mujeres, que se había convocado por redes sociales, se manifestó frente al edificio en el que funciona Radio 10 para repudiar esos dichos. Mientras ellas estaban en la calle, Etchecopar advirtió al aire que “por primera vez el escrachado escracha” y, tras una diatriba en la que identificó a la manifestación como “piquete”, brindó a sus oyentes los teléfonos de tres de las mujeres. “Espero que la gente por los 13, 14 años que pasamos de escraches, de cortes de calles y el ministerio del Interior tomen a bien estos teléfonos. Y los llamen ahora, a la noche, o mañana. Ustedes desde el teléfono escrachen a ellos como ellos escrachan a la gente”.
Luego, esas mujeres “comenzaron a recibir, de manera reiterada e incesante, llamados y mensajes telefónicos por parte de abonados desconocidos”. La presentación señala que Etchecopar siguió divulgando esos teléfonos “durante varios días, incitando a que las llamen e insulten, lo cual guardaba relación con los mensajes que recibían, toda vez que el mayor caudal ocurría en el mismo horario del programa”. Ufem sugirió que se investiguen los casi cincuenta teléfonos de los que provinieron amenazas como: “Hola conchuda, te lavaste la concha hoy? Mugrienta. Feminista barata del tercer mundo. Escoria humana. Residuo. Capricho de la evolución. Estúpida. Ni cerebro tenes. Hueca del orti. La cabeza hueca. Ser no pensante. Zurdita”.