En su editorial en Aunque es de Noche, Pablo Marchetti reflexiona sobre los límites al humor a propósito del festejo del Día de los Santos Inocentes, vinculado a la matanza de los niños menores de dos años nacidos en Belén, ordenada por el rey Herodes.
¿Por qué nadie se cuestiona que ponerle límites al humor es ponerle limites a la libertad de expresión?”, sostuvo Marchetti.
“¿Qué pasa cuando algo nos causa gracia y a otra gente la ofende? Es ahí donde se quiere poner límites al humor, y algunas personas exigen que no se hagan bromas sobre determinados temas. Es imposible poner un cinturón de castidad sobre la risa”, agregó.
Además, Marchetti aseveró: “cuando se trata de la risa, el contexto es fundamental, todo depende de qué se dice y en qué contexto”.
Y señaló: ¿Como la conmemoración de una masacre de niños se transformó en un día de bromas y de chistes? Es raro el asunto, seguramente tiene que ver con la necesids de tener un día así, de ser una gran catarsis”.
