La ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, dialogó con Caimi a las 6 sobre la sesión del Senado donde se debatirá el proyecto de interrupción legal del embarazo y el plan de los 1.000 días.
“Estamos con mucha ansiedad. La votación está muy pareja. Sabíamos que el Senado iba a ser un lugar difícil”, dijo Díaz, quien de todas maneras se mostró optimista con la aprobación del proyecto.
En este sentido, la ministra destacó algunos aspectos que dan señales de que este año se podría revertir el resultado negativo que tuvo el proyecto en 2018. “La media sanción en diputados obtuvo más diferencia a favor que en el 2018. Además, en esta oportunidad el proyecto tuvo dictamen en el Senado, cosa que no pasó hace dos años”, aseguró Díaz.
“La gran diferencia este año es que el proyecto fue elaborado por por el Poder Ejecutivo y presentado junto al plan de los 1.000 días, que recoge la demanda de quienes tenían reparos en acompañar la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo”, puntualizó.
Díaz dijo que con ambos proyectos el Estado acompañará a quienes deciden continuar con el proceso de gestación y tengan problemas sociales de vulnerabilidad, y a quienes deciden interrumpir el embarazo.
“Estamos hablando de un Estado que debe hacerse cargo de una política de salud pública que hoy es un problema, porque lleva a las mujeres a la clandestinidad, poniendo en riesgo su salud y su propia vida, pero además es la falta de un derecho que reconozca las decisiones que las personas gestantes tomaron y van a seguir tomando”, aseguró la ministra.
“Se ha recorrido un camino muy largo de debate y militancia. La discusión no es aborto si o aborto no. La discusión es si sigue siendo clandestino o si lo incorporamos como un tema de acceso a la salud publica”, completó.