Ocurrió en 2005, cuando el entonces ministro de Salud de Néstor Kirchner, Ginés González García, planteó la necesidad de avanzar en la despenalización del aborto. El obispo fue monseñor Antonio Baseotto, quien consideró que fue un acto de "apología del delito".
La posición de Ginés Gonzalez García acerca a la legalización del aborto es conocida, aunque en ese tiempo todavía el reclamo no había alcanzado el nivel de movilización que tuvo en los últimos años.
En ese entonces, el obispo castrense Baseotto dijo que el ministro de Salud merecía que “le cuelguen una piedra de molino al cuello y lo tiren al mar” por repartir preservativos entre los jóvenes.
La reacción del obispo fue luego de las declaraciones en 2005 del entonces ministro de Salud al diario Página/12 donde se pronunció a favor de la despenalización del aborto.
"Cuando usted repartió públicamente profilácticos a los jóvenes, recordaba el texto del Evangelio donde nuestro Señor afirma que 'los que escandalizan a los pequeños merecen que le cuelguen una piedra de molino en el cuello y lo tiren al mar'", sostuvo en ese entonces en una carta dirigida al ministro de Salud.
Además, acusó al González García de "multiplicar" los abortos propiciando "fármacos conocidos como abortivos". "Eso es apología del delito de homicidio", agregó.
Baseotto le recriminó al ministro que “lo menos que se puede decir es que es anticientífico propiciar el aborto: asesinato de hombres inocentes; y que distribuir profilácticos es propiciar el libertinaje sexual y difundir impunemente el SIDA, que es ampliar el mercado de los que negocian y lucran con la salud física y moral de nuestra juventud".
"Se está contribuyendo a la degradación de nuestra sociedad con los mismos principios de los emperadores romanos: panem et circenses", le advirtió.
Tras aquella insólita amenaza, Ginés retrucó que "parece que monseñor tiene bien aceitados sus contactos con los represores que sembraron a la Argentina de terror y muerte en épocas que creíamos desterradas", y que "solo así puede entenderse que proponga la misma metodología de exterminio que el excapitán (Adolfo) Scilingo con los que pensaban distinto.