El gobierno irlandés se disculpará formalmente por estos sucesos acaecidos en hogares para madres solteras y manejados por la institución eclesiástica.
Tras una investigación que reveló que 9.000 niños murieron en 18 hogares y orfanatos manejados por la Iglesia católica durante el siglo XX, el gobierno de Irlanda pedirá disculpas públicas.
Uno de cada siete de todos los niños nacidos en los hogares murió, muy por encima de la tasa nacional de mortalidad infantil de Irlanda. Se espera que el primer ministro Michael Martin se disculpe en nombre del estado irlandés en los próximos días.
Los hogares dirigidos por la Iglesia en Irlanda albergaron huérfanos, mujeres embarazadas solteras y sus bebés durante la mayor parte del siglo XX. Esas instituciones han estado sujetas a un intenso escrutinio público desde que la historiadora Catherine Corless rastreó en 2014 los certificados de defunción de casi 800 niños que murieron en el antiguo hogar para madres y bebés Bon Secours en Tuam, condado de Galway, pero sólo pudo encontrar el registro del entierro de un niño.
Luego de un tiempo, los investigadores se encontraron con un macabro hallazgo: una fosa común que contenía los restos de bebés y niños pequeños en una estructura de alcantarillado subterráneo en el terreno de la casa, que estaba dirigida por una orden de monjas católicas y que fue cerrada en 1961.
La última de las casas para madres y bebés de Irlanda cerró hasta finales de la década de 1990.
Entre los tantos abusos que se cometían a las madres solteras en esta nación de raíz profundamente católica se encontraba el repudio, el rechazo y el ser obligadas a dar a sus bebés en adopción.