El jueves el Senado aprobará el pliego del juez Alejo Ramos Padilla, para que sea trasladado del juzgado federal de Dolores al juzgado Federal N° 1 de La Plata, que atiende cuestiones penales y electorales de la Provincia de Buenos Aires.
El traslado del juez comenzó a ser discutido en 2019, al mismo tiempo que el magistrado comenzó a adoptar mayor protagonismo por su investigación sobre la red de espionaje ilegal durante el gobierno de Mauricio Macri a partir del Caso D'Alessio.
Ramos Padilla obtuvo el puntaje más alto en el concurso por el cargo en el Juzgado Federal N° 1. En segundo lugar quedó, alejado, Jorge Eduardo Di Lorenzo, secretario del juzgado Federal N° 3 platense; y en tercer puesto quedó Laureano Durán, secretario de la Cámara Penal.
A pesar de que había obtenido el mejor resultado, Macri había relegado a Ramos Padilla a la hora de ternar a uno de los magistrados para el concurso por el juzgado vacante en La Plata. Meses atrás, sin embargo, Alberto Fernández revisó esa decisión y lo seleccionó para ocupar el cargo.
En La Mañana, Luciana Bertoia analizó que se trata de un juzgado estratégico, no sólo por cuestiones penales, sino además porque tiene competencia electoral en toda la provincia de Buenos Aires.
Ramos Padilla se destacó desde su juzgado en Dolores al impulsar la investigación sobre el falso abogado Marcelo D'Alessio, pero además cuenta con un alto compromiso en materia de derechos humanos,
El Juzgado platense se encuentra vacante desde la muerte del juez Manuel Humberto Blanco en 2014 y es ocupado transitoriamente por María Servini.
En la primera sesión del año, el Senado deberá aprobar o rechazar el traslado que, se presume, será acompañado por la mayoría de la Cámara Alta.
Meses atrás, ante la Comisión de Acuerdos del Senado, Ramos Padilla defenidó su pliego y consideró que es "necesario que los jueces no sean oportunistas y no piensen en función de las conveniencias del momento".