El juez de Garantías de Villa Gesell, David Mancinelli, elevó este jueves a juicio oral la causa por el crimen de Fernando Báez Sosa cometido por el grupo de rugbiers.
En este sentido, los ocho rugbiers detenidos, esperan la condena en prisión preventiva. Al mismo tiempo, Mancinelli aceptó el planteo de la familia de Báez Sosa respecto de Alejo Milanesi, que había sido beneficiado con la falta de méritos por la fiscal de la causa y ahora deberá enfrentar el juicio acusado como partícipe necesario del delito.
El abogado de los acusados, Hugo Tomei, pidió el cese de la prisión preventiva que cumplen sus representados, pero el juez lo rechazó. El letrado declaró que apelará.
Tomei tiene cinco días para apelar la resolución de Mancinelli, lo que dejaría la decisión sobre el juicio en manos de la Cámara de Apelaciones. "Hay detalles de la resolución que no me parece tengan apego con la Ley", indicó el letrado pero, para el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, ya no hay más recursos para la defensa. Ahora sólo pueden apelar y esperar el juicio.
El lunes pasado, el representante legal de los jóvenes rugbiers presentó un documento en el que sus asistidos rechazan la modalidad de juicio por jurados, por considerar que sufren una "incuestionable y lapidaria condena social" que decanta en un "preconcepto negativo en perjuicio de los imputados".
En noviembre del 2020, la fiscal a cargo de la causa, Verónica Zamboni, presentó ante el Juzgado de Mancinelli el pedido de citación a juicio, en el que acusó a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz bajo la carátula de homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas y por lesiones leves (las que sufrieron los amigos de Fernando Báez Sosa al intentar defenderlo), y pidió el sobreseimiento de Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi.
