Por Detrás de lo que Vemos pasó Laura, una víctima de la violencia machista e institucional en Rojas, la localidad donde asesinaron a Úrsula Bahillo, y en diálogo con Claudio Villarruel narró su historia en primera persona.
Laura relató el "calvario" que le tocó vivir hasta el 2013, cuando escapó junto con sus dos hijas de la localidad de Rojas, en la provincia de Buenos Aires luego de haber hecho 50 denuncias contra su expareja por violencia de género.
"En convivencia estuve cuatro años y en situación de violencia y lo mas importante, la violencia institucional que recibí en Rojas por parte del juzgado de paz. Yo iba a la policía y no me tomaban las denuncias", detalló.
"El juez estaba totalmente parcializado ante la figura paterna y me di cuenta que no podía seguir viviendo ahí. Me tuve que ir de Rojas", relató y contó que el juez de paz Omar Fernández había "prohibido que me tomen las denuncias".
Laura explicó que nunca supo "el ensañamiento hacia mi persona y la falta de empatía a la situación. El juez obligo a mi hija a tener contacto con el padre. Había pericias psiquiátricas y psicológicas desde Junín donde decía que no era sano el contacto de mi hija con el padre", relató.
Además, contó que cuando llegó a Rosario con sus dos hijas luego de haberse escapado de su exmarido, se puso a disposición de la justicia. "El juez de Rojas era de primera instancia, por lo tanto no había posibilidad e que el caso lo tomara otro juez".
"Este caso asentó jurisprudencia", agregó y explicó que el juez que llevó su caso en Rosario, "asumió la competencia legal del caso, nos protegió y se sentó la jurisprudencia donde se cambio el centro de vida del niño".
También, relató que junto con sus hijas, "estuvimos muchos meses borradas, desaparecimos del mundo, no había otra forma de frenar lo que estaba pasando en Rojas y fue la única forma que encontré para proteger a mis hijas".
"Es muy difícil analizar por que lo hacían, creo que el juez tenia una gran empatía por el agresor", agregó.
Para Laura, "era solo cuestión de tiempo que pase en Rojas algo así", como el femicidio de Úrusla a manos de su expareja, un policía de la Bonaerense. "Hay un concepto muy machista desde los efectores que tienen que brindar seguridad y darle a la mujer protección y escucharla".