Ligia Piro siente un afecto particular por el Teatro Municipal La Comedia. Fue allí donde, hace más de una década, realizó su primera presentación en la ciudad, por lo que cada regreso a las tablas de Mitre y Ricardone, asegura, tiene especial significancia. Esta noche será ese escenario el que recibirá a la talentosa cantante, que a dos años de su última actuación en Rosario presentará Solo una noche, espectáculo donde aborda un repertorio diverso estilísticamente, y que encuentra su eje en el placer que Piro encuentra al interpretar las canciones que lo conforman. Acompañada por Nahuel Bailo en piano, Javier Martínez Vallejo en batería y Fede Botti en contrabajo y dirección musical, en esta propuesta Piro se pasea por canciones populares latinoamericanas y un set jazzero con estrenos.
"Estoy grabando un nuevo disco de jazz y no quería dejar de poner algunas de esas canciones", anticipa la cantante a Rosario/12, y remarca: "Tocar las nuevas canciones en vivo es fundamental, el público dictamina mucho de lo que va a pasar después. Tengo mucha buena energía con el público, es una parte fundamental en la vida del intérprete".
En relación a la diversidad del repertorio, Piro logra darle unidad a partir de un hilo conductor claro. "Son todas canciones que me gustan --asegura la artista bonaerense--. Tiene que ver con éso, con las historias que hay que contar y la música en sí misma. Siempre me llaman la atención las melodías que se van familiarizando entre sí y que pertenecen a distintos géneros musicales, que no tienen nada que ver con el tiempo ni el lugar en que fueron creadas. A lo mejor no está tan claro como concepto en sí, pero la música se emparenta".
En ese recorrido, la artista encuentra la complicidad de los espectadores, que evidencian su vínculo con algunas de las obras seleccionadas por Piro, que concluye: "Me parece que el espectador, en este recorrido de canciones, lo que encuentra es poder familiarizarse con lo que les recuerda algo, que tiene que ver con alguna parte de su historia. Porque por ahí canto un infantil popular latinoamericano, 'El Monigote', una bossa nova o la 'Zamba de Juan Panadero' (que cantaba mi abuela, que después mi tía la incluyó en su repertorio y hoy tiene que ver con mi historia familiar) y seguramente tiene familiarización con alguna persona del público que la cantó alguna vez. Me he encontrado con parejas que me dicen que en los años 50 cuando se conocieron bailaban un tema de Cole Porter que yo ahora canto. Eso me conmueve, siento que de alguna manera estoy formando parte de la historia de esa persona sin saberlo. Así como nos emparentamos todos, la música hace ese trabajo desde el arte".