Axel Kicillof sostuvo que la causa dólar futuro es "la historia de un disparate jurídico y de una aberración moral", y llamó a los jueces de la Cámara Federal de Casación a "terminar con esta farsa simplemente aplicando la ley, el sentido común y el buen gusto".
En la audiencia previa a decidir si se cierra el caso por inexistencia de delito, el gobernador bonaerense afirmó que la causa fue una "infamia absoluta" usada para "ganar elecciones".
"Esta causa se usó para un negociado de quienes fueron funcionarios del Gobierno de Mauricio Macri", agregó el mandatario provincial.
“Desde el día uno les decimos que terminen con esto, que no hubo delito”, añadió Kicillof. En este sentido, explicó que la clave para dar por terminada la causa es la “prueba que dan los peritos contadores de la Corte Suprema”.
Según Kicillof, esa pericia afirma que “no hay, ni hubo nunca, un delito” y “por eso nunca se investigó” la cuestión a fondo. Por eso, consideró que los jueces se dedicaron a "montar un show, nunca llamaron a alguien objetivo y técnico que explicara que esto no es un delito”.
“Esta causa se armó primero para ganar unas elecciones. Se usó para acusar al gobierno de Cristina y a mí que era ministro de Economía de vender dólar barato a nuestros amigos”, dijo.
Y continuó: “Luego se usó para forzar al Banco Central para lograr una devaluación y para forzar la salida del presidente del Banco Central (Alejandro Vanoli)”.
En este sentido, el gobernador bonaerense denunció que esta causa “se usó para un negociado, pero no nuestro, de todos los que iban a ser después funcionarios de (Mauricio) Macri, que después devaluaron y se embolsaron la plata”
“La pericia da como resultado que todo esto es un invento y que no hay delito del (Banco) Central”, añadió Kicillof, quien concluyó que “este juicio no debería haberse realizado” porque “no hubo delito” y porque “inventaron una denuncia”.
De este modo, el funcionario provincial se quejó porque “armaron una realidad paralela en los diarios y en los expedientes”, que “no tenía nada que ver” con los hechos. Razón por lo que calificó a la Justicia como “ciega, sorda, muda y condicionada”.