A principios de año, cuando estrenó la obra Todas las rayuelas, este diario la calificó como un “milagro” de la calle Corrientes, ya que era “la primera obra de texto en bastante tiempo en aportar verdadera idiosincrasia nacional al circuito de teatro comercial”. Su estreno fue un verdadero acontecimiento, ya que la pieza escrita por Carlos La Casa había resultado ganadora de la tercera edición del concurso anual que organizan los empresarios teatrales, el sindicato de actores, y la asociación de autores para estimular la presencia de dramaturgos locales, y que en su edición anterior había dado como ganadora a Bajo Terapia, una obra llamativamente igual a la extranjera TocToc. Quizás como era de esperarse, el material no terminó de funcionar para los empresarios, de modo que luego de tres meses bajó de cartel. Pero entonces ocurrió un segundo milagro: los mismos empresarios cedieron los derechos al elenco, que anoche la reestrenó pero como cooperativa de trabajo, con una particularidad inédita: será en la misma sala donde funcionó de manera comercial.
Según recuerda Carlos Rottemberg, uno de los ocho empresarios que produjo la obra que ayer reestrenó y, también, uno de los que más sabe de teatro a nivel nacional, “alguna vez ocurrió algo similar pero hace muchísimos años. Alguna obra que producíamos luego la tomó el elenco, que empezó a trabajarla en cooperativa. Lo pintoresco en este caso, más allá de esa atipicidad, es que la obra se exhiba en el mismo teatro donde se dio comercialmente. A veces sucede que obras del teatro público, cuando dejan de ser producidas por el estado, se van a girar al off. Pero acá la obra vuelve al mismo lugar, que es el Multiteatro”, cuenta el también dueño del espacio, que por dos meses le prestará la sala a la cooperativa, sin beneficio económico, por “las ganas del elenco, la relación afectiva con los actores, y el valor del material.”
Dirigida por Andrés Bazzalo, la pieza tiene como trasfondo la última dictadura cívico-militar y está encabezada por Hugo Arana, que interpreta a un hombre que vuelve del exilio, y Esteban Meloni, que hace del policía que intercepta al recién llegado en la aduana, cuando quiere ingresar con una valija llena de la célebre novela de Julio Cortázar que da título a la obra, algo que resulta sospechoso. Emotiva y cargada de ingredientes poco frecuentes para el circuito comercial, la pieza se completa con las actuaciones de Paula Ransenberg, Daniel Dibiase y Heidi Fauth.
“La obra es una joya por donde se la mire. Es una pieza maravillosa, apta para todo el mundo, que tiene un nudo dramático clarísimo, un humor que hace a todos reír a carcajadas, pero también un grado de ternura que es conmovedor. Después de ver cómo los espectadores se iban al baño a llorar después de la función y a abrazarse, no podíamos dejarla morir”, explica Arana a PáginaI12. “Si no nos pasara lo que nos pasa con la obra hubiéramos renunciado y listo, pero no pudimos. Por eso armamos la cooperativa con mucho trabajo de todos. Carlos, el autor, ahora está manejando las redes sociales. Todos hacemos todo porque queremos que siga”, dice conmovido.
Meloni coincide: “Nosotros estamos particularmente enamorados de la obra, pero además estamos convencidos de que tiene que seguir en cartel porque la gente se merece que haya un trabajo así. Es revolucionaria para la calle corrientes, con un tema bien nuestro, con ideología, con marcas profundas de nuestra cultura. No hay otra comedia dramática argentina en los teatros de este circuito, por eso vamos a apostar todo a que la obra siga su camino”, asegura el actor.
Para esta nueva temporada, eso sí, Rayuelas… se mudará de sala, a una algo más chica que la que la albergó durante el verano. Para los actores, sin embargo, eso es bueno porque “va a darle a la obra mayor proximidad con el público”, algo provechoso ya que es “muy íntima”. También habrá descuentos en el precio de las entradas, algo que el elenco identifica como uno de los factores que hicieron que durante sus últimas semanas en cartel bajara la cantidad de público. Si bien las localidades costarán 500 pesos (lo que cuestan todas las obras en el Multiteatro), habrá distintas modalidades de descuentos, entendiendo que “el espectador de Rayuelas quizás no es el típico del teatro comercial”.
“Tenemos mucha ilusión y estamos convencidos de lo que estamos por hacer, y eso es porque muy pocas veces vimos al público tan movilizado al salir del teatro. Eso es Todas las Rayuelas. Una obra llena de amor, que la gente no se puede perder”, enfatizan los protagonistas.
* Todas las rayuelas se puede ver viernes, sábados y domingos a las 20 en el Multiteatro, Av. Corrientes 1283.