En una solicitada firmada por científicos de la talla de Andrea Gamarinik, Adrian Paenza y Jorge Aliaga, investigadores solicitaron a las autoridades sanitarias "imponer el cierre de nuestras fronteras, en particular para personas provenientes de Brasil".
"La variante de Brasil es como iniciar una nueva pandemia. En Manaos ya murió más gente que todo el año pasado", alertó el bioinformático Rodigo Quiroga, uno de los firmantes, en diálogo con La Mañana.
La semana pasada se dispuso la reducción de los vuelos a Brasil y otros países complicados por las nuevas variantes de coronavirus, algunas más contagiosas y otras más mortales que la que tiene mayor circulación en la Argentina.
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"Las variantes son virus que van acumulando cambios a medida que se van replicando", explicó Quiroga. Uruguay y Paraguay en las últimas semanas vieron un crecimiento exponencial de casos, y Chile tomó nuevas restricciones ante los contagios, a pesar de tener a un cuarto de su población vacunada.
"Argentina puede sufrir algo similar", anticipó Quiroga. Es por esto que la comunidad científica solicita medidas más duras para evitar la llegada de la nueva cepa al país.
En la actualidad los pasos terrestres están cerrados pero se puede ingresar y salir del país por vía aérea.
La solicitada completa
"En un escenario internacional caracterizado por la escasez de vacunas y una tremenda inequidad en su distribución, la Argentina continúa vulnerable frente a la pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2. Luego de la primera ola que alcanzó su pico en octubre del 2020 con 15.000 nuevas infecciones diarias registradas, nuestro país mantuvo niveles altos de transmisión comunitaria a lo largo de los últimos meses que nunca descendieron de las 5.000 nuevas infecciones diarias detectadas, cifras que se acompañaron de un muy alto número de personas fallecidas por COVID-19.
En las últimas semanas, mientras avanza lentamente el programa local de vacunación, observamos una situación alarmante, definida no solo por un aumento de casos en nuestro país, Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil, sino también por el surgimiento de variantes nuevas de SARS-CoV-2 que se caracterizan por su mayor transmisibilidad, la mayor gravedad de los cuadros clínicos que ocasionan y, particularmente, por su capacidad de evadir la inmunidad protectora que confiere tanto la previa infección, como algunas de las vacunas que actualmente se están administrando.
Preocupa particularmente en este sentido la variante denominada P1, surgida en Manaos (Brasil), que ya ha sido detectada en nuestro país y circula ampliamente en Brasil. Esta situación ha conducido ya a Brasil a padecer un reciente colapso sanitario acompañado por más de 2.000 fallecimientos diarios, de la mano de la gestión irresponsable y negacionista del Presidente Jair Bolsonaro.
En momentos en los que hemos vacunado solo a una fracción minoritaria de las poblaciones de riesgo y observamos un inexplicable flujo turístico con Brasil, creemos que se impone de modo urgente la adopción de medidas que intenten mitigar el impacto de la pandemia en nuestro país.
Las y los abajo firmantes solicitamos a las máximas autoridades nacionales imponer el cierre de nuestras fronteras, en particular para personas provenientes de Brasil y el control estricto tanto de las fronteras con el resto de nuestros países vecinos como de los vuelos internacionales.
Este control estricto debe incluir el cumplimiento de un confinamiento obligatorio por un lapso de 14 días para todos aquellos que reingresen a nuestro país, en hoteles o centros previamente asignados a esta tarea. Estas medidas deberían ser independientes de los estudios diagnósticos que los viajeros acrediten, atendiendo a que los mismos son incapaces de descartar la existencia de un proceso infeccioso incipiente. Evitar o al menos demorar la circulación comunitaria de la variante P1 en el país, mientras avanza la vacunación, podría significar salvar miles de vidas".