La alta demanda de vacunas contra el coronavirus genera escasez mundial, conflicto entre países y concentración en su distribución.
Para la investigadora del Instituto de Biotecnología y Biología Molecular (IBBM), que depende de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y del Conicet, Daniela Hozbor, "ganaron las farmacéuticas".
Es que los países centrales realizaron compras de dosis por cantidades que superan su población y utilizan su poder de presión para hacerse con vacunas.
La Unión Europea cerró las exportaciones para bloquear un embarque de AstraZeneca que tenía como destino a Australia.
"Hay que generar alianzas de compradores. La Organización Mundial de la Salud lo intentó desde el principio, solicitó que las vacunas fueran un insumo que llegara de forma equitativa y sean declaradas un bien público", analizó Hozbor.
La investigadora además lo contrastó con "la estrategia de Rusia y China que buscaron acuerdos de cooperación para producir las vacunas". Sobre los incumplimientos en la producción, indicó que "las farmacéuticas prometieron algo que no pudieron cumplir".