Perdón, fue sin querer, aseguran los funcionarios apelando al manual de estilo de Cambiemos ante cada retroceso al que se ven impulsados tras tantear la resistencia del tejido social. Pinchan y sangra. Perdón, mala mía dicen los que no son cirujano aunque operan sin anestesia. No les fue bien con la reducción de las pensiones a los discapacitados, las críticas arreciaron desde todos los flancos. Ahora, la apuesta del recorte está puesta en las pensiones por viudez. La vulnerabilidad de los sectores que tocan no arredra a los funcionarios que quizás mañana le vuelva a pedir perdón a algunos de los tantos viudos y viudas que deberán agregar a la incertidumbre que significa, en la gran mayoría de los casos, vivir con pensiones que no alcanzan para llegar a fin de mes, la inquietud y ansiedad concomitante por perder un derecho adquirido.
Con 95 años Blanca Pérez es una de las 37.236 personas que reciben pensiones por viudez sobre las que puso la lupa la Anses que dirige Emilio Basavilbaso.
Blanca tiene una energía envidiable y está tan atenta a la realidad que fue ella quien advirtió a su hija Nora, encargada de realizarle los trámites, que había sido citada por la Anses.
“Ella escuchó que en la radio hablaban de que iban a reducir las pensiones por viudez, se quedó con la pica y fue a buscar el recibo, lo leyó y ahí nos dimos cuenta de que tenía que presentarse. Cuando fui a cobrarle la pensión no me di cuenta”, relató Nora a este diario, y señaló uno de los puntos a los que varios entrevistados apuntaron: la manera informal de comunicar la citación que, además, viene en letra chica.
“Cuando vi lo que decía en el recibo me asusté”, contó Blanca que fue su reacción al leer en el final del ticket: “Presentarse en Anses a actualizar datos de matrimonio o convivencia con titular del que deriva la pensión”, tal la escueta comunicación emitida por el organismo.
“Hace 20 años que soy viuda. A veces no encuentro los papeles pero los tengo, y por suerte está mi hija para hacer los trámites. Tengo amigas en el club que ni se habían enterado. Cuando les conté y buscaron sus recibos fueron a presentarse con cierto temor”, agregó Blanca.
En la Anses su hija se encontró con una cuadra de cola. “Me trataron bien- aseguró- y la misma empleada reconoció que era un incordio presentar esos papeles que ya están en los expedientes”. Y contó que en el lugar había “mujeres a las que le pedían la partida de defunción del esposo y no la tenían, entonces las mandaban al registro civil y muchas, directamente, no entendían lo que le pedían. Porque hay personas muy grandes que no están muy lúcidas o no tienen familiares que los puedan ayudar a hacer los trámites. A mí me pidieron datos durante media hora: qué día murió, cuándo se jubiló, cuándo se casaron. Finalmente, la empleada me dijo que ya estaban presentados los papeles pero que ellos no decidían”, explicó.
La Anses informó, a través de un comunicado, que con la medida sólo “se busca actualizar los expedientes previsionales” y que darán de baja los beneficios “en los casos que se compruebe alguna irregularidad”.
Con una disposición que invierte la carga de la prueba, Juana Goldszer con sólo 78 años también recibió la atención de la administradora Nacional de la Seguridad Social.
“El mes pasado, cuando cobré y retiré el recibo, decía que tengo que ir a verificar por qué estoy cobrando la pensión. La verdad, me indignó muchísimo porque el ladrón cree que todos son de su condición. Quedé viuda muy joven, hace cuarenta años, y ahora tengo que ir a presentar papeles que ya presenté y que con los años perdí en una mudanza. Tengo que ir al Centro de Gestión y solicitar los certificados de defunción y el de casamiento y me cuesta 500 pesos. Y como tengo problemas en las piernas tengo que tomar taxis. Es un trastorno y un temor porque no se si el mes que viene voy a cobrar. A esta altura no creo nada, aunque digan que no van a sacarlas”, dijo y cargó, también, contra la leyenda del ticket: “la vi porque miro muy atentamente el recibo, pero es una leyenda chiquita que la gente que tiene problemas de visión no lo pueden ni leer”.
“Los que pagamos los platos rotos somos los jubilados y pensionados. Hacen vivir a la gente en estado de ansiedad e inseguridad. La verdad que la inseguridad no esta en la calle sino en estas cosas”, remarcó la pensionada.
Para aportar la información, los beneficiarios de pensiones por viudez deben concurrir a cualquier oficina de la Anses y presentar la información solicitada. Según el organismo, hasta el momento fueron regularizadas y actualizadas 5722 pensiones.
La integrante del Centro Nacional de Jubilados y pensionados de ATE Olivia Ruiz advirtió a PáginaI12 que “la medida va contra un derecho adquirido y es un atropello a la dignidad. Es arbitrario plantear que hay que revisar pensiones que tienen más de 20 años, donde mayoritariamente son mujeres las afectadas y cuando los papeles ya fueron presentados. Tienen que demostrar que hay alguna irregularidad y no hacer que la gente busque papeles de tantos años atrás. La verdad es que vienen por nuestras jubilaciones y detrás del ensayo y error hay una planificación. En el caso de las pensiones por discapacidad dijeron que iban para atrás, pero lo cierto es que va a quedar un tendal de discapacitados teniendo que justificar su discapacidad”.
En tanto, ,Aldo Strático, miembro de un centro de jubilados del barrio porteño de Villa Devoto, dijo que “muchos ni se habían dado cuenta de que a través de los tickets los citaban al Anses. Legalmente, no tiene ningún valor. Si quieren citar tienen que hacerlo por otros medios, una carta por ejemplo. No un papelito que muchos no alcanzan ni a leer”, y agregó “lo que necesitan es bajar gastos y somos un gasto para ellos. Quieren subir la edad jubilatoria y limitar los remedios. Empezaron con esto para ver si logran bajar el gasto sacando alguna pensión”.