El viernes por la tarde, horas después de que comenzaran a regir las nuevas restricciones sanitarias por la segunda ola, murió por coronavirus Diego Brizuela, trabajador del subte que cumplía funciones en el área de señalización de la línea D. El caso de Brizuela volvió a desatar los reclamos de los Metrodelegados, que exigen medidas urgentes para frenar los contagios, que ya acumulan más de 400 desde que se desató la pandemia. Los Metrodelegados exigen mayores controles en los accesos, obras estructurales como la ampliación de los espacios comunes y la instalación de medidores dióxido de carbono para ser utilizados en todos los vagones del subte.  “Nosotros estamos dando servicio desde el primer día de la pandemia. Tenemos un nivel de exposición muy fuerte lo que hizo que tengamos que lamentar la pérdida de diez compañeros por coronavirus”, aseguró el secretario General de la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro, Roberto Pianelli, en diálogo con AM750.  Pianelli contó que en la actualidad hay 200 trabajadores aislados por ser contacto estrecho y que el ritmo de contagios entre trabajadores del subte es de cinco a siete casos positivos por día. “Estamos viviendo una situación de caos absoluto. Los compañeros tienen mucho miedo. Estamos muy expuestos y no se toman las decisiones necesarias, hay que tomar medidas urgentes”, expresó. Hasta mediados de abril los trabajadores del subte habían registrado 431 contagios de coronavirus, de los cuales 359 se recuperaron, aunque al menos dos permanecen en terapia intensiva. Entre otros planteos, los trabajadores cuestionan la falta de un protocolo adecuado y relatan que muchos son obligados a regresar a sus puestos al día siguiente de tener un test de PCR negativo, a pesar de que puede ser un falso negativo.

"Se pueden tomar decisiones para que viaje menos gente"

Pianelli afirmó además que, si bien desde el gremio hacen cumplir fuertemente las medidas de bioseguridad, no hay controles en los ingresos. “Viaja más gente de la que tendría que viajar”, alertó el sindicalista, y detalló que se estima que viajan unos 250 mil usuarios diarios. Ante esta situación, el metrodelegado exigió al gobierno de la ciudad que ponga policías y contrate personal para realizar los controles y tomar la temperatura en cada estación.  Además, Pianelli instó a que se tomen otras medidas para bajar el número de usuarios. “Cuando dejaron de cobrar el estacionamiento viajaron 50 mil pasajeros menos de un día para el otro. Se pueden tomar decisiones políticas para que viaje menos gente”, propuso. Por último, el metrodelegado dijo que en el gobierno de la Ciudad “hay una desidia gigantesca” a la hora de tomar decisiones. “Hay un profundo concepto neoliberal que nos está acribillando con la pandemia. Sobre eso cabalga la derecha con Larreta en la Ciudad”.