Este 26 de abril se cumplen 30 años de la muerte de Walter Bulacio, el joven de 17 años murió luego de que la Policía Federal lo levantara en una razzia en un recital de Los Redonditos de Ricota.
A 30 años del crimen de Bulacio, Argentina aún no cumplió el fallo internacional que exige terminar con detenciones arbitrarias.
En Fue el Mayordomo, Alejandro Marinelli relató que "hace 30 años Walter Bulacio moría en la cama del Sanatorio Mitre, luego de una semana de agonía".
La policía había levantado a Bulacio en una razzia cerca del Estadio Obras, donde tocaban Los Redonditos de Ricota. Lo molieron a golpes hasta dejarlo tirado en un calabozo de la seccional 35. Nunca se avisó a la Justicia ni a su familia.
"A Walter lo torturaron y murió una semana después. En 2003, el Estado reconoció su responsabilidad por el caso. La Corte Interamericana lo conminó a modificar las leyes que regulan las facultades policiales en esos casos, pero nunca sucedió", explicó Marineli.
El crimen de Bulacio desató grandes movilizaciones contra las detenciones arbitrarias, que provocaron la derogación de los edictos policiales.
Ante las dificultades judiciales en el país, el caso llegó a la Corte Interamericana, que en un fallo histórico ordenó al Estado a modificar su legislación para que esos procedimientos de las fuerzas de seguridad no ocurrieran más.
A pesar de que en 2003 la Argentina reconoció su responsabilidad por las torturas y la muerte y se comprometió a cumplir con la sentencia, las normas no se cambiaron y la discrecionalidad policial aún se ejerce en las calles.
"Yo sabía que a Walter lo mató la policía"
En ese sentido, la titular de la Coordinadora con la Represión Policial e Institucional (Correpi), María del Carmen Verdú, relató que "la detención, tortura y muerte de Bulacio puso sobre la mesa el tema de las detenciones arbitrarias, la tortura y el gatillo fácil al calor de manifestaciones juveniles multitudinarias que sacudieron el escenario de desmovilización de 1991 y visibilización a nivel nacional, la lucha anti represiva circunscripta hasta entonces a las barriadas populares".
"El grito colectivo Yo sabía que a Walter lo mató la policía perdura hoy, tres décadas después, en las marchas anti represivas, pero también, y sobre todo en los barrios, las canchas, los recitales, en la garganta de jóvenes que no habían nacido entonces",, recordó Verdú.
La actividad de la Correpi
Esta semana, a 30 años de aquella noche en Obras Correpi convocó una campaña por la derogación de todo el sistema de detenciones arbitrarias, tal como la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó en el caso Bulacio al Estado argentino en el año 2003.
"Porque el sistema de detenciones arbitrarias, además de ser la puerta de entrada a la tortura, nos cuesta vidas. Más de la mitad de las personas muertas en comisarías desde 1983 hasta hoy estaban detenidas por una contravención o para identificar o por una razia", sostuvo.
"No eran aprehendidas o detenidas por orden judicial o delito flagrante. Por eso, cuando denunciamos la práctica sistemática de las detenciones arbitrarias y exigimos su eliminación, no estamos simplemente defendiendo el derecho a caminar tranquilas y tranquilos por la calle. Es sobre todo, la defensa de nuestra vida y la de nuestros pibes y pibes que nos convoca a organizarnos una vez y cada vez más", sostuvo.