El pobre párroco de pueblo que está muy anciano y se está muriendo en la cama. Entonces siente que le queda poco de vida y llama a gritos al monaguillo:
Cura: –Miguelito! Miguelito! Ven corre, por favor...
Miguelito: –¿Qué le pasa padre Antonio?
Cura: –¡Tráiganme dos banqueros! Tráiganme dos banqueros!
Miguelito: –¿Y para qué quiere usted dos banqueros, padre?
Cura: –Porque quiero morir como Jesucristo, entre dos ladrones...