La última noche de Madeleine McCann en Portugal
Kate y Gerry, papás de Madeleine, se encontraban hospedándose en un departamento de Playa de la Luz del Algarve. Una noche, los padres de la niña cenaban con dos amigos y dejaban a Madeleine durmiendo junto a los menores. Al volver del lugar se dieron cuenta que la niña ya no estaba. A finales del mes de mayo, con la esperanza de encontrar a su hija, los padres decidieron pedir ayudar a las autoridades portuguesas y convocaron a medios tanto nacionales como internacionales. Crearon una web para canalizar todo tipo de donaciones y aportes que pudiesen hacerse en nombre de la causa.Los sospechosos de la causa
Robert Murat (35) sería el primero de los sospechosos. El británico divorciado y padre de una niña vivía a 100 metros del departamento de la familia McCann. Tras registrar su vivienda, computadora y demás dispositivos electrónicos, se le concedió la libertad debido a no encontrar vínculo alguno con el secuestro. Luego, los que estuvieron en la mira fueron los padres de la pequeña, a causa de la falta de pruebas y de algunas manchas de sangre que se encontraron en la camioneta familiar. Para julio de 2008, la Justicia de Portugal archivó el caso también por falta de evidencia. Un año después, en el 2009, Kate y Gerry McCann volvieron a Lisboa en busca de nuevas pistas que esclarecer la incertidumbre. Realizaron un proceso judicial sobre el inspector de la policía lusa, Gonçalo Amaral, quien resultó ser inoperante durante la investigación y dimitió por supuestas presiones. En este sentido, Amaral amenazó a la familia con publicar un libro que contara detalles del caso, pero los padres de Madeleine ganaron el juicio por lo que se suspendió la publicación de Maddie: La verdad de la mentira, pero no terminó de ser comprobado que nunca saldría a la luz. Para 2011, con la niña cumpliendo 7 años, sus padres enviaron una carta al entonces primer ministro del Reino Unido, David Cameron, pidiendo reevaluar el caso. El gobierno británico accedió a hacerlo puso a disposición a las fuerzas de la policía metropolitana de Londres, Scotland Yard. El cuerpo policial determino que no había pruebas suficiente como para afirmar que la pequeña estaba muerta, por lo que dos años después de emitirse dichas declaraciones, Portugal reabrió el caso y, hasta el día de la fecha se mantienen expectante sobre lo que pueda averiguarse. En 2018, el Ministerio de Interior británico solicitó fondos para la investigación y se destinaron 172.000 euros. Un año después la plataforma de streaming Netflix estrenó el documental "La desaparición de Madeleine McCann" pese a que los padres de Maddie no fueran partícipes. Habrían indicado que que podía "obstaculizar" la investigación.El caso en la actualidad
La historia del hombre comienza en su adolescencia, donde fue arrestado por varios robos hasta que en 1994 cometió el primer ataque y fue condenado a dos años de cárcel por abusar sexualmente de un nene.
Luego se fue a vivir a los balnearios de Lagos y Praia da Luz, en Portugal, la zona en la que desapareció Madeleine McCann.
Brüeckner se involucró con el tráfico de drogas y comenzó una espiral de violencia que no paró. En 2005 irrumpió en un departamento y violó a una turista de 72 años. A la mujer la torturó y la atacó sexualmente.