Desde Santa Fe.

En el arranque de la campaña sucia, la sede de la Corriente Nacional de la Militancia en Santa Fe que lidera el ex ministro de Defensa Agustín Rossi amaneció el jueves con pintadas que repiten el sello de los servicios: una cruz esvástica en el frente, el viejo estigma "zurdos putos" y el apellido del dictador "Videla", al lado de la puerta. El "ataque es simbólico y directo a los derechos humanos, un hecho grave para la vida democrática", dijo el responsable del local y diputado del Frente para la Victoria Leandro Busatto, quien lo atribuyó al clima de época: "Los mismos dinosaurios de siempre quieren amedrentar a nuestros compañeros", pero esto reafirma "nuestra lucha por memoria, verdad y justicia. Ni un paso atrás. Nunca más". 

La esquina de La Corriente funciona en pleno centro, Hipólito Yrigoyen y 4 de Enero, como espacio de militancia política, abierto a los movimientos sociales y a los santafesinos. Apenas se advirtió el hecho, dirigentes del sector formalizaron la denuncia. "La policía actuó rápidamente, así que esperamos que se esclarezca esta situación", expresó el legislador. 

Busatto atribuyó las pintadas a "grupos minoritarios", que son "condenados por la gran mayoría de la sociedad argentina" y "les cuesta entender el valor de la democracia. Son cada vez menos, actúan en forma clandestina porque no tienen otra manera de operar". "Es un ataque simbólico y directo a los derechos humanos, un hecho muy grave para nuestra vida democrática", planteó.

"El Nunca más no es sólo una frase, tiene un contenido y un compromiso con el ejercicio de la memoria, es tomar conciencia, repudiar nuestro doloroso pasado reciente y educarnos como sociedad democrática para no repetirlo".