Investigadores de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y del Conicet diseñaron una vacuna de segunda generación -aquellas que aparecen en una segunda etapa y son más sofisticadas- contra el coronavirus que ya indujo una respuesta inmune muy potente en laboratorio y ahora, a partir de un acuerdo con la compañía biotecnológica Vaxinz, buscan escalar la producción y desarrollar ensayos clínicos.
Según apuntó el coordinador del proyecto, jefe del Laboratorio de Terapia Molecular y Celular (LTMC) de la FIL e investigador superior del Conicet, Osvaldo Podhajcer, la vacuna en desarrollo "tiene como objetivo que pueda ser administrada en una única dosis, que tenga un efecto más duradero y que pueda tener un amplio espectro de protección ante la aparición de nuevas variantes".
Hasta el momento, en los estudios preclínicos del laboratorio la vacuna generó una respuesta inmune potente contra el covid-19 en el 100% de los animales vacunados, respuesta que se mantuvo durante al menos 5 meses “sin decaer", según describió Podhajcer.
La vacuna candidata utiliza la plataforma de vector viral no replicante, es decir que toma un virus que no produzca efectos graves de salud -el adenovirus 5, similar al de la segunda dosis de Sputnik V y que causa un resfrío común-, lo modifica genéticamente para que no se replique en el organismo y le "introduce" una parte del virus contra el cual se quiere inocular, en este caso se trata de la proteína Spike del coronavirus.
El científico indicó que el objetivo de las modificaciones "es lograr una respuesta inmune más potente y protectiva, al mismo tiempo que hacer más eficiente la producción, de manera de poder proveer un número mayor de dosis en menor tiempo".
Cooperación con otras instituciones
Recientemente, la Fundación Instituto Leloir, el Conicet y Vaxinz firmaron un acuerdo para que el nuevo desarrollo científico pueda ser producido a escala industrial.
Según contó el director médico de la compañía biotecnológica, Julián Maggini, resta evaluar si la vacuna protege contra las nuevas variantes que surgen en nuestra región. “Una vez alcanzado ese objetivo, vamos a entrar en producción con la vacuna optimizada para cubrir las distintas variantes, en el correr de este año, para iniciar las pruebas clínicas a continuación, para las que ya hemos definido el diseño y acordado su ejecución con los sitios en los cuales se desarrollarán", detalló.
En línea con la articulación con otras instituciones, los estudios que evaluarán la eficacia de la vacuna en animales, una pieza central de los ensayos preclínicos, se desarrollarán en el Insituto Malbrán.
Por otra parte, el Centro de Medicina Comparada (Conicet-Universidad Nacional del Litoral) en Esperanza, Santa Fe, se encuentra trabajando en el diseño y ejecución de las estrategias de ensayos preclínicos regulatorios para armonizar no sólo los requerimientos de Anmat, sino también de otras agencias regulatorias.
En tanto, el diseño y ejecución de los ensayos de fase clínica 1 y 2 estarán a cargo de la Sección de Farmacología Clínica del Hospital Italiano.
A nivel internacional, además de la Escuela Paulista de Medicina, también participa del proyecto el Laboratorio de Estudios en Virología y Patogenia Viral (LEVIP-Unifesp) que será el encargado de realizar los ensayos de neutralización de las distintas variantes, especialmente la P.1 (Manaos).