Una banda que fabricaba y vendía ilegalmente barbijos, que simulaban ser los tapabocas Atom Protect producidos por el Conicet, fue desbaratada y desarticulada hoy tras 11 allanamientos de la Policía de la Ciudad y el Ministerio Público Fiscal porteño.
Tras los allanamientos, se detuvieron a cinco personas y se secuestraron maquinarias, materias primas y alrededor de 50 mil barbijos falsos, mercadería valuada "en 30 millones de pesos", según informó el secretario de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D'Allesandro.
Además, fueron incautadas siete armas y más de mil municiones en poder de los detenidos, lo cual da cuenta "de una organización criminal".
Las personas detenidas fueron imputadas "por infringir los artículos 201 (Delitos contra la Salud) y 174 (Fraude contra la Administración Pública) del Código Penal y la Ley 22.362 (Copias Adulteradas)", detallaron fuentes de la investigación.
Los estafadores "confeccionaban, acopiaban, distribuían y vendían barbijos falseando la marca Atom Protect, sin autorización de comercialización ni cumplimiento de las medidas sanitarias exigidas por la ANMAT", informaron.
El negocio ilegal fue rastreado a partir del ciberpatrullaje desde la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental, al detectar un tuit de una empresa que vendía barbijos apócrifos con el logo del Conicet. Esa pista permitió hallar los 11 puntos de se producían y comercializaban los tapabocas truchos.
Los allanamientos fueron llevados adelante por la policía de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires en los barrios porteños de Almagro, Balvanera y San Nicolás, y en Virrey del Pino, Laferrere e Isidro Casanova, en el conurbano bonaerense.
Tras conocer la noticia, la empresa Kovi, que produce los barbijos en conjunto a Conicet, recordó que para garantizar que sean los productos verídicos deben comprarse en droguerías y farmacias acreditadas o bien por la página oficial de AtomProtect (atomprotect.com). "Nunca comprar por redes sociales o canales de dudosa procedencia", aconsejaron.
"La diferencia es que la tela del barbijo original es más aprestada, tiene un comportamiento rígido y el envasado es una bolsa gruesa, con un cierre muy firme que lo hace inviolable para que no se puedan abrir, cambiar y volver a cerrar", añadieron desde la firma textil y convocaron a las personas que detecten un barbijo falso a denunciarlo.