Los que están a la intemperie son los viejos denunciantes, los macabros denunciantes como Ocaña, los jueces como Bonadio, y los medios de comunicación opositores.
Están a la intemperie porque ahora sabemos que la causa Qunita, como la del dólar futuro, la muerte de Nisman, el Memorándum de entendimiento con Irán, la persecución a Oil combustibles, todas esas causas se caen a pedazos.
Todas tienen un punto en común. Como el objetivo era perseguir opositores, los jueces Bonadio y Julián Ercolini evitaron hacer pericias. Cada vez que hay una denuncia un juez tiene que pedir a los peritos que investiguen. Sin embargo ellos nunca dejaron entrar a los peritos.
En ese marco, algunos de los grandes medios trata de evitar lo inevitable. Sacan del cajón una pericia contable que trataron de actualizar diciendo que se entregó hace unos días pero que fue firmada en junio del 2019. Algo engorroso pero lo fundamental es la respuesta a la acusación central. No se pudo determinar la violación del sistema de control de precios, ni un perjuicio para el Estado nacional, ni nada.
Los kits que presentaba Ocaña eran kits que no tenían absolutamente nada, por eso eran más baratos. Prácticamente, según lo que presentó Ocaña, el kit se transformaba en una mantita en el piso. Una vergüenza, pero con esto llegó a hacer muchísimo daño.
No importan quién era el denunciante, siempre las causas las tomaban Bonadio y Ercolini. El principal objetivo siempre fue la persecución. Y en eso vivimos. ¿Cuántos años esas historias le sirvieron para modificar la democracias e incidir en el animo de la población?
No hay en el mundo nada igual a lo que pasó en Argentina. Aunque miremos hacia atrás con mucha indignación ya no hay forma de reparar ese pasado infame de los diarios y de los canales mafiosos. Ya no hay manera de mencionar la enfermedad de ambición y servilismo de los políticos.
Vemos lo que sucedió ayer con Gils Carbó además. La acusación del nefasto mandadero Ercolini como compensación a las denuncias del lawfare que la tienen a la exprocuradora como víctima. Es una denuncia puesta por los medios para que salga en las tapas.
Debemos saber que el monstruo sigue de pie. La conjunción de medios y jueces sigue intacta. El peligro está latente siempre. La republica sigue indefensa sin la reforma imprescindible de la justicia y de la relación de los medios con la sociedad.