El presidente del Banco de Inversión y Comercio exterior, José Ignacio de Mendiguren, tuvo un descargo en la reunión que consagró al abogado Daniel Funes de Rioja como presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y explicó los motivos de su enojo en lo que respecta a cómo se mueve el grupo Techint, una de las dos cabezas de la conducción política del poder económico que no disimula la ultraoposición al gobierno de Alberto Fernández.
En diálogo con el programa Que Vuelvan las Ideas, de Mendiguren advirtió que lo "vetaron" y no le explicaron la razón, e indicó que la lista de la UIA "no representa el interés de los industriales" y, "casualmente, hay nombres de empresarios formadores de precios y representantes de grandes empresas".
En este contexto, reflexionó sobre el rol de la UIA y consideró (sobre todo por sus años como titular) que "debe tener la mejor relación posible con el Gobierno que votó la gente", al mismo tiempo que "convencer sobre las mejores políticas industriales".
"No puede ser que el objetivo de la UIA sea confrontar, porque entonces es un partido político, no una entidad gremial empresaria", remarcó y agregó que "hay sectores que consideran lo contrario y se disputan la interlocución con el Gobierno".