A menos de 40 días para que finalice la actual concesión con Hidrovía S.A., empresa a cargo del tramo Paraná-Paraguay, el Grupo 25 de Mayo - integrado por referentes políticos, sindicales, sociales, empresariales, religiosos, juristas, académicos, artistas y periodistas-se manifestó para reclamar la estatización de esa vía fluvial por la que pasa el 80 por ciento de las exportaciones argentinas.
Entre los principales puntos que resaltan para recuperar las potestades que el Estado Nacional resignó desde 1992 sobre la soberanía nacional del Río Paraná se encuentran el control sobre los puertos, la capacidad de fiscalización tributaria, el control aduanero de lo que ingresa y sale del país y, principalmente, retomar la gestión estatal.
“La vía fluvial es como una gran autopista que recorre toda la región del sur y el Estado argentino es ciego de todo lo que pasa por ahí, de lo que se declara en las compañías, con maniobras de subfacturación o sobrefacturación”, apuntó el diputado nacional y Secretario General de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky.
“Es clave para nuestra soberanía y desarrollo industrial y para terminar con maniobras delictivas que tienen que ver con el contrabando y el narcotráfico”, remarcó.
En esa línea, el diputado calificó a la hidrovía como un “recurso estratégico” fundamental para la recuperación de soberanía y la generación de nuevos puestos de trabajo a partir del desarrollo de la industria naviera nacional, entre otros sectores.
Yasky, además, señaló que si bien no se busca una definición certera de aquí a un mes, la decisión a tomar “puede ser importante para abrir un camino o seguir obturando”. “No pretendemos que dentro de cuarenta días se defina todo, pero lo que se defina va a ser para empezar a recuperar el terreno perdido o seguir perdiendo el tiempo”, aseguró.
En ese sentido, señaló que aun existen ciertas indecisiones dentro del Gobierno sobre qué estrategia tomar con respecto a la hidrovía, ya que, según contó, algunos sectores abogan por no abrir más frentes a resolver en medio de un ya problemático contexto de pandemia.
“En la medida en que las voces que se alcen sean claras, van a ayudar a que dentro de cuarenta días, lo que algunos imaginaban como un acto administrativo, sea un momento de definición política trascendental. El Estado está en condiciones de hacerse cargo y tener un rol fundamental. Es la voluntad política de tomar el toro por las astas”, sentenció.