La variante Delta del coronavirus preocupa a varios países desde los últimos meses: es un 60 por ciento más transmisible y se expande rápidamente por todo el planeta. De hecho, fue la responsable de la última ola de coronavirus en India, mientras que en Reino Unido, la variante local Alpha fue desplazada de manera contundente, y es responsable del 90 por ciento de los contagios en ese país.
Al respecto, la patóloga pediátrica y Directora Clínica de Farmacia, Diagnóstico y Genética del Hospital de Sheffield (Londres), Marta Cohen, contó que la introducción de la variante Delta en Reino Unido se debió a un laxo control de la cuarentena obligatoria de aquellas personas que llegaban del exterior que, sumado a la lenta carga en el sistema de los casos positivos, propició la proliferación de la nueva variante.
“Cuando se quisieron dar cuenta había tres mil casos, en diez días de mayo habían llegado entre quinientos y mil. Esta situación puso al país a las puertas de la tercera ola”, precisó Cohen.
En esa línea, explicó: “Cuando hay una variante nueva, esa variante es exitosa porque es más contagiosa. La variante Delta es un 60 por ciento más contagiosa que la anterior (la británica) por eso ahora pasó a ser el 99 por ciento de los casos”.
Por otro lado, la médica patóloga aseguró que las vacunas disponibles -si bien fueron diseñadas para la variante de Wuhan- siguen siendo efectivas ante la variante Delta, aunque es necesario contar con las dos dosis para que esa eficacia sea mayor.
“Para la variante británica (Alpha) con una dosis había un 76 por ciento de eficacia que se mantenía hasta las 12 semanas, pero para la variante Delta eso ya no es posible. Con una sola dosis la inmunidad es ineficaz, de un 33 por ciento, y con dos dosis se probó que con Pfizer y Oxford/Astrazenca es aceptable”, explicó Cohen.
Además, señaló que, en teoría, pueden mezclarse dosis provenientes de diferentes vacunas ya que ambas “están dirigidas contra la misma zona del virus”, según indicó Cohan, aunque detalló que esa posibilidad no existe con la vacuna Sputnik V. “El problema de la vacuna de Gamaleya es la segunda dosis, porque se sabía que no iba a haber una cantidad adecuada del segundo componente”, planteó.