El diario brasileño Estadão publicó este martes una investigación periodística en la que revela, en base a documentos del Ministerio de Relaciones Exteriores, que el gobierno de Jair Bolsonaro compró la vacuna india Covaxin a un precio 1000 por ciento más alto que la oferta inicial que había hecho seis meses antes el propio fabricante.
De acuerdo a la información que surge de un telegrama confidencial de la embajada brasileña en Nueva Delhi, en agosto del 2020 el gobierno tuvo la posibilidad de comprar la vacuna producida por Bharat Biotech a un precio de 100 rupias cada dosis, aproximadamente 1,34 dólares.
Sin embargo, en febrero de este año el Ministerio de Salud brasileño terminó pagando unos 15 dólares por unidad. “Es la más cara de las seis vacunas compradas hasta ahora", concluye el artículo del medio paulista.
El contrato del gobierno de Brasil con Bharat Biotech estará en el centro de las discusiones que tendrá esta semana la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Senado, que investiga el manejo gubernamental de la emergencia sanitaria.
Entre otras cosas, los parlamentarios quieren saber qué papel jugó la intermediaria Need Medicines, representante del laboratorio en Brasil, en estas negociaciones con el gobierno indio por la compra de vacunas.
Nuevo ataque de Bolsonaro a la prensa
Este lunes, el presidente de Brasil insultó a un grupo de periodistas que le preguntaron sobre los más de 500.000 muertos como consecuencia de la pandemia de coronavirus.
El mandatario expresó que lamentaba todas las muertes, pero inmediatamente volvió a defender las drogas ineficaces contra el virus.
"El tratamiento precoz salvó mi vida y muchos periodistas dicen reservadamente que lo usaron. ¿Por qué no lo admiten?", manifestó durante una recorrida por la ciudad de Guaratinguetá.
En la misma conversación con la prensa, el presidente también insultó a una reportera de TV Vanguarda, afiliada a la red O'Globo, que le preguntó por qué había llegado a la ciudad sin máscara a pesar de que recientemente había sido multado en San Pablo por no usar la protección. Irritado con la pregunta, Bolsonaro respondió: "Llego como quiero, donde quiero, cuido de mi vida... ¡paren de hablar del tema!".
Acto seguido, se quitó el barbijo de nuevo y mientras la reportera de televisión le intentaba explicar que su uso es obligatorio, el presidente la interrumpió diciendo "calla la boca".