El 26 de junio es el Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo a las Víctimas de Tortura. La fecha se eligió desde que fue proclamado de esta forma por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 12 de diciembre de 1997 mediante la resolución 52/149. Fue fijada con el objetivo de hacer un llamamiento a todas las partes interesadas, incluidos los Estados miembros de la ONU, la sociedad civil y las personas de todo el mundo. Fomentaban que se unan en apoyo de los cientos de miles de personas en todo el mundo que han sido víctimas de tortura y que todavía son torturadas en la actualidad, según indicó la ONU en su página oficial. El 26 de junio fue elegido porque, según asegura la organización internacional, marca el momento en 1987 en que entró en vigor la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, uno de los instrumentos clave en la lucha contra la tortura. Hoy, la Convención ha sido ratificada por 162 países, entre ellos Argentina. Como tortura, se entiende a "cualquier acto mediante el cual se inflija intencionalmente a una persona dolor o sufrimiento severo, ya sea físico o mental. También con el fin de obtener de él o de una tercera persona información o una confesión, castigándolo por un acto que él o una tercera persona haya cometido o se sospeche que lo haya cometido, intimidando o coaccionando a él o a una tercera persona. O por cualquier motivo basado en discriminación de cualquier tipo, cuando dicho dolor o sufrimiento sea infligido por o por instigación de o con el consentimiento o aquiescencia de un funcionario público u otra persona que actúe a título oficial. No incluye el dolor o sufrimiento que surja únicamente de, inherente o incidental a sanciones legales", según el artículo 1 de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. La Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes fue adoptada por la Asamblea General en 1984 y entró en vigor en 1987. Su aplicación por los Estados Partes es supervisada por un órgano de expertos independientes, el Comité contra la Tortura . Las Naciones Unidas han reconocido reiteradamente el importante papel que desempeñan las organizaciones no gubernamentales (ONG) en la lucha contra la tortura. Además de ejercer presión para que se establezcan instrumentos y mecanismos de vigilancia de las Naciones Unidas, han hecho una valiosa contribución a su aplicación.