La Justicia de Tucumán dictó la prisión preventiva de la madrina y otros dos acusados del crimen de Rocío Milagros Rojas, la niña de 4 años desaparecida el 1 de julio en la localidad de Lules, al considerar que la asesinaron y luego quemaron su cuerpo para borrar rastros.
La medida alcanzó a la madrina de la niña, Amalia Carolina Graneros; a su pareja, Edgardo Hernán Caro, y su yerno, Mauro Ortiz, pareja de la hija de Graneros, quienes fueron detenidos el viernes 2 de julio por orden del fiscal Ignacio López Bustos, titular de la Unidad Fiscal de Homicidios I.
A pedido del Ministerio Público Fiscal y durante la audiencia imputativa, el juez del caso dispuso la prisión preventiva por seis meses de los tres acusados por el delito de "homicidio agravado por alevosía, premeditado por el concurso de dos o más personas, criminis causa y femicidio, en calidad de coautores".
"Se trata de un delito aberrante con pocos precedentes en los últimos tiempos, en el que demostraron un desprecio por la vida. Se encontraron restos óseos en lugares diferentes. Entendemos que por las características del hecho, los imputados enfrentarán una pena de prisión perpetua", remarcó el fiscal al fundamentar el pedido, basándose en los peligros procesales de riesgo de entorpecimiento de la investigación y peligro de fuga, dijeron las fuentes.
De acuerdo con la acusación, el 1 de julio, "la niña estaba en el domicilio del pasaje Neuquén sin número de Lules, cuando cerca de las 5.00 horas, Granero y Caro, a sabiendas de que la menor estaba sin vida, por ser víctima de maltratos inhumanos, abuso y sometimiento a situaciones humillantes, que llevaron a su muerte, la trasladaron en una motocicleta a un terreno del asentamiento San Ramón de La Reducción, donde la diseccionaron y le prendieron fuego en un pozo". "Posteriormente trasladaron el cuerpo a las cercanías del río Colorado, donde repitieron el macabro proceder", añadió el fiscal en su acusación.