El elegido es André Mendonça, abogado y pastor prebisteriano. En 2019 el presidente había asumido el compromiso de nombrar a un religioso para el cargo durante un encuentro con líderes neopentecostales.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cumplirá con la promesa realizada a los sectores religiosos que lo apoyaron durante su campaña y nombrará a un juez "terriblemente evangélico" para ocupar un cargo vacante en la Corte Suprema.
"Hoy en día nuestra intención es proponer al señor André Mendonça", declaró Bolsonaro en una entrevista radial en la que confirmó al actual titular de la Abogacía General de la Unión (AGU) como candidato a una vacante que se abrirá este mismo mes en el tribunal constitucional.
Mendonça, abogado y pastor evangelista, se encuadra en el perfil que Bolsonaro diseñó como ideal para la Corte Suprema en julio de 2019, en una reunión con líderes neopentecostales que apoyaron su candidatura.
Sin embargo, el año pasado, cuando se abrió una vacante en la Corte por la jubilación del entonces decano del tribunal, Celso de Mello, Bolsonaro propuso al juez Kassio Nunes Marques, conservador pero católico, lo que frustró a muchos de los pastores.
Ahora, al confirmar que sugerirá a Mendonça, el mandatario dijo que "sería bueno si, una vez por semana, las sesiones del Supremo comenzaran con una oración", porque "una pizca de religiosidad, de cristianismo dentro de la corte, sería bienvenida".
La propuesta de Bolsonaro deberá ser ratificada por el Senado, que en los próximos días someterá a Mendonça a un interrogatorio para evaluar sus credenciales y aprobar su nombramiento en una votación del pleno, para lo cual bastará una mayoría simple.
Si es aprobado, Mendonça pasará a ocupar la vacante que dejará en la Corte Suprema el magistrado Marco Aurelio Mello, quien el próximo 12 de julio llega a los 75 años de edad, límite para la jubilación de los miembros del máximo tribunal.