El 15 de julio de 2010 se sancionó en Argentina la ley de Matrimonio Igualitario y nuestro país se convirtió, así, en el primer Estado de América Latina y el décimo en el mundo en contar con un marco legal que ampara la unión entre personas del mismo sexo, un hecho que significó un enorme avance en materia de derechos humanos.
La ley estableció la modificación del Código Civil -que definía al matrimonio como aquel contraído entre "hombre y mujer"- para permitirles de esa forma el acceso al matrimonio a las parejas homosexuales con las mismas condiciones y obligaciones que las parejas heterosexuales.
"El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo", establece el artículo 2 de la ley.
La ley de Matrimonio Igualitario argentina es la única en el mundo que permite casarse a los extranjeros no residentes, y desde su aprobación en el 2010 más de 400 parejas de turistas se casaron en nuestro país, según datos de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT).
Esa misma institución informó, además, que desde la sanción de la ley 20.244 parejas pudieron contraer matrimonio.
Historia
La Ley 26.618 de Matrimonio Civil- como se la conoce legalmente- fue el resultado de una extensa y persistente lucha en nuestra país de la comunidad LGBT. Desde los años '90, varias organizaciones presentaron proyectos de ley de unión civil o matrimonio igualitario en el Congreso de la Nación, aunque sin éxito.
Sin embargo, una primera ventana de oportunidad se abrió en 2002, cuando la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires promulgó la Ley de de Unión Civil para parejas del mismo sexo, convirtiéndose en la primera ciudad en América Latina en hacerlo. Dicha iniciativa garantizaba algunos de los derechos del matrimonio, como la incorporación a una obra social o las visitas hospitalarias, pero no incluía el derecho a la adopción o la herencia.
Sin embargo, en 2007, la FALGBT, junto a diversas organizaciones políticas y sociales, presentó el primer amparo por el matrimonio igualitario en la Argentina, luego de que se le negara el casamiento a una pareja de lesbianas en el Registro Civil Central de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Esta acción fue uno de los puntapiés que dio inicio a la campaña por el Matrimonio Igualitario en nuestro país, que concluiría con la aprobación de la ley en 2010. Antes de su sanción, ocho parejas habían conseguido casarse.
La Ley de Matrimonio Igualitario fue aprobada en el Senado por 33 a favor, 27 en contra y 3 abstenciones, en una extensa jornada de debate que terminó en la madrugada del 15 de julio de 2010. Antes, el 5 de mayo, había conseguido media sanción en la Cámara de Diputados, con 126 votos a favor y 110 en contra.
La ley fue finalmente promulgada por la entonces presidenta Cristina Kirchner una semana después, el 21 de julio de 2010, en un acto realizado en Casa Rosada. "Hoy somos una sociedad un poco más igualitaria", sostuvo en aquella oportunidad.
Las celebraciones de los funcionarios y las funcionarias
En conmemoración de la jornada histórica, funcionarios y funcionarias celebraron los once años de la ley, con el eje puesto en la ampliación de derechos.
"Desde ese 15 de julio fuimos una mejor sociedad gracias a toda la comunidad LGBTI+, a personas como Vilma Ibarra, que hicieron el proyecto realidad y a Cristina Fernández de Kirchner, responsable de su promulgación", escribió el presidente Alberto Fernández a través de su cuenta de Twitter.
Por su parte, la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, afirmó que la ley “marcó un antes y un después en el reconocimiento y la ampliación de derechos de LGBTI+".
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, también se sumó a los festejos y remarcó en sus redes sociales que "todos tenemos derecho a buscar la felicidad del modo en que cada uno sienta que pueda encontrarla", en respuesta a lo expresado por el Presidente.
La secretaria de Comercio Interior, Paula Español, se refirió a la sanción del matrimonio igualitario como "una conquista fundamental para la construcción de una Argentina más justa e igualitaria", y convocó a seguir "trabajando por más ampliación de derechos".