El número de armas en manos de civiles en Brasil se duplicó en solo tres años, tiempo que coincide con el transcurrido desde la asunción de Jair Bolsonaro como presidente, según datos del Anuario Brasileño de Seguridad Pública.

En 2017, la Policía Federal (PF) contabilizó 637.972 registros activos de armas. A finales de 2020, el número aumentó a 1.279.491, un crecimiento de más de 100 por ciento.

Asimismo, en un año aumentó 43 por ciento el número de personas que solicitó ante el Ejército el registro para cazar, practicar tiro deportivo y coleccionar armas: de 200.100 personas en 2019 a 286.900 en 2020.

Además, hubo un aumento en la cantidad de armas que circulan en Brasil desde que, en 2019, Bolsonaro aumentó de dos a cuatro la cantidad de armas de fuego que puede comprar cada persona. Se registraron 186.071 nuevas armas por parte de civiles, un aumento de 97,1 por ciento.

En algunos estados de Brasil, el aumento fue mucho mayor que el promedio nacional: 11 estados tuvieron un aumento superior al 100 por ciento desde 2017, como el Distrito Federal, que saltó de 35,693 registros a 236,296 en 2020, un aumento de 562 por ciento.

La mayor circulación de armas está relacionada con los decretos de este gobierno, opinó la abogada Isabel Figueiredo, miembro de la Junta Directiva del Foro Brasileño de Seguridad Pública, a G1. 

"No obstante, no solo por los decretos, sino también aquellas disposiciones que debilitaron los mecanismos de control. Con los decretos emitidos este año, se puede esperar un incremento aún mayor", estimó.

“Un estudio de IPEA [el Instituto de Investigación Económica Aplicada] muestra que, con 1 por ciento más de circulación de armas, el número de homicidios aumenta 2 por ciento. También hay un crecimiento de los accidentes, que involucran a los niños, y de los suicidios”, agregó la abogada.

Según datos del Anuario Brasileño de Seguridad Pública divulgado este jueves, la violencia en Brasil volvió a crecer en 2020 tras dos años consecutivos a la baja. A pesar de las restricciones implementadas ante la pandemia por la covid-19, los asesinatos aumentaron 4,7 por ciento frente a los de 2019 y hubo un homicidio cada 10 minutos.

Además, más de 50.000 personas murieron de forma violenta el año pasado.