PáginaI12 En Brasil
Desde Brasilia
El golpe fracasado. Transcurridos 1 año, 1 mes y 14 días del desalojo de la presidenta petista Dilma Rousseff, el 76 por ciento de los brasileños exigió la salida de su sucesor, Michel Temer, y el 83 por ciento demandó elecciones directas tal como lo ha planteado el Partido de los Trabajadores (PT) que sumó el 18 % de apoyo, según una encuesta de Datafolha. Esa consulta publicada ayer ubicó al PT como la fuerza más popular del país triplicando la aprobación del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de Temer y el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), cuyo líder histórico es el ex mandatario Fernando Henrique Cardoso. Esas dos agrupaciones encabezaron la coalición destituyente con la promesa de erradicar la corrupción y “tender un puente hacia el futuro” sustentado en el crecimiento, dos utopías hasta hoy no alcanzadas. La corrupción es la marca del gobierno PMDB-PSDB.
Temer tiene el 7 % de apoyo y 69 % de rechazo a raíz del desprestigio ocasionado por las acusaciones, acompañadas de pruebas, de su participación en una asociación ilícita junto al empresario arrepentido Joesley Batista, dueño del frigorífico JBS, que para evitar una larga condena confesó ante el Supremo Tribunal Federal. Y las Fuerzas Armadas cuentan con el 43 por ciento de confianza de la opinión pública.
Posiblemente hoy o mañana la Procuraduría General de la República acusará formalmente por corrupción al jefe del Ejecutivo, que se apresta a enfrentar otro sismo político. Aécio Neves, titular del PSDB y candidato presidencial derrotado por Dilma Rousseff, dejó la jefatura de esa agrupación cuando uno de sus asesores fue filmado recibiendo cientos de miles de reales de manos de un empleado de JBS.
Tampoco se cumplieron las promesas de la coalición, comandada por Temer y Neves, de un venturoso porvenir económico para dejar atrás las recesiones de 2015, del 3,8 por ciento y de 2016, que fue del 3,5 por ciento. La expansión de este año será del 0,4 por ciento según la previsión del mercado que tampoco ve una reversión del desempleo que ya superó los 14 millones de trabajadores.
Ante semejante calamidad el PT comenzó a dar señales de recuperación, todavía insuficientes para revertir el extraordinario desgaste sufrido, y todas las encuestas coincidieron en que si hubiera elecciones el vencedor sería Luiz Inácio Lula da Silva. El último sondeo electoral, conocido la semana pasada. situó a Lula en la delantera con el 27 por ciento seguido por el militar retirado Jair Bolsonaro, con el 14 por ciento.
El eventual triunfo de Lula explica porque PMDB y PSDB continúan unidos en la oposición a elecciones directas, las cuales también son rechazadas por los partidos mediático y judicial.
Días atrás Lula sintetizó la saga de un golpe parlamentario que intentó, y hasta el momento no logró, destruirlo políticamente para instalar nuevos liderazgos.
“Ellos quisieron destruirnos (..) para eso plantaron la candidatura de Aécio Neves (..) que midió menos del 1 por ciento y les brotó la de Jair Bolsonaro, que es un subproducto del odio ideológico contra el PT” dijo el dos veces presidente, que difícilmente podrá ser candidato este año a raíz de las trabas impuestas por el PMDB y PSDB. Y tendrá problemas para postularse en 2018 debido a la persistente guerra política que le declaró el juez Sergio Moro, el responsable de la causa Lava Jato y líder más sólido de una derecha desgastada por el fracaso del gobierno de excepción. Por cierto, el verdadero antagonista de Lula no es Temer, ni Aécio Neves, ni Fernando Henrique Cardoso. El hombre que puede batir a Lula, mediante la aplicación política de la ley, es Sergio Moro. Temer mantuvo reuniones ayer con sus asesores luego de su regreso de Noruega, el ultimo destino de una gira inusitada. El viaje que fue pensado como una excusa para generar noticias internacionales positivas acabó siendo un fiasco.
El viernes en Oslo la premier noruega Erna Solberg le enrostró públicamente su preocupación con los escándalos de corrupción. Ese mismo día repercutía en Brasilia el embargo de Estados Unidos a las carnes procesadas en el frigorífico JBS, entre otros. Más de un observador posiblemente se preguntó por qué la gira europea se limitó a Noruega, un interrogante cuya respuesta fue dada por el diario Valor Económico que publicó un documento en el que se consignó que la canciller alemana Angela Merkel decidió dejar sin efecto una invitación al gobernante sudamericano.
En la agenda de la reunión dominical del gobierno figuró seguramente la estrategia frente a la inminente denuncia de la Procuraduría que acusará a Temer de corrupción y el posible debate en el Congreso del proyecto oficialista de reforma laboral, que la semana pasada sufrió un inesperado revés a manos de los parlamentarios del PT y otras fuerzas opositoras. El traspié gubernamental entonó a la Central Unica de los Trabajadores impulsora de un para general cuyo éxito depende del apoyo de la segunda organización gremial, la oficialista Fuerza Sindical. Por lo pronto esa huelga no se realizará este viernes cuando está previsto un cese parcial de actividades y la realización de actos de protesta.