Una cosa graciosa y al mismo tiempo atroz y terrible en el mundo de la política tiene que ver con lo que ha dicho Elisa Carrió sobre lo que le costó cambiar de opinión con relación a Mauricio Macri. 

Carrió dijo que cambio de opinión con respecto a Macri luego de llorar cuatro meses al lado de la tumba de Urquiza. No se entiende bien por qué eligió la tumba de Urquiza para cambiar de opinión pero si está claro que esto también tiene que ver con cómo se hace la política en Argentina y con lo poco exigente que es el ciudadano argentino con sus políticos.

El argentino realiza un trabajo de ciudadano bastante flojito. De otra manera Carrió no podría animarse a cambiar de opinión como la cambió con Macri y luego justificarlo de la manera que lo hace. 

En el 2003 Carrió era una esperanza para la Argentina. Luego sufrió un cambio muy ofensivo para la ingenuidad con la que a veces reaccionamos frente a ciertos valores de la política.

En aquella época, Carrió criticaba a Macri y hablaba de la mafia mediática. Luego se convirtió en la gran defensora de los grandes medios. Por conveniencia, ha jugado todas las fichas posibles a favor de la mafia mediática. Lo mismo sucedió con Macri, primero lo criticaba y luego para ella Macri fue Gardel.  

Políticamente el ciudadano argentino es poco exigente. Ni hablemos en lo periodístico. El derecho a cambiar de opinión existe para todas las personas, pero las explicaciones no pueden ser las que dio Carrió. Ella dice que en el caso de Macri cambió de opinión luego de no poder dormir 4 meses.

Efectivamente, el cambio de opinión le exigió una valentía desmesurada. No pudo dormir 4 meses por las contradicciones que esa opinión le planteaba. Ella se daba cuenta que contradecirse de lo que había señalado era un horror. Entonces lo que sufría verdaderamente. Su temor era saber cómo presentarse ante la opinión publica hablando bien de Macri con las cosas que había dicho

Pobrecita, Carrió. Imagínense 120 noches sin poder dormir en la angustia que le provocaba tener que cambiar de opinión. ¿Por qué tenía que cambiar de opinión? Porque le convenía. Porque le servía a sus intereses políticos. Porque hace muchos años que usa a la política y se deja usar por el periodismo mafioso para decir cualquier cosa y enloquecer la vida del país.

Si uno toma nota de las cosas que ha hecho y dicho Carrió no se puede creer. Es violenta. Habla de la muerte permanentemente. Ha manifestado acusaciones que no tienen ni pies ni cabeza contra distinto tipo de personas. A  aparecido demente, pero también aparecido muy lógica en todo lo que ha sido su actividad política de este tiempo.

Finalmente es una señora que hace lo que le conviene con una gran habilidad. Le conviene estar bien con la mafia mediática y con todo el poder.