El Ministerio de Salud, a través del Programa de Cannabis Medicinal, realizó ayer la primera entrega de formulaciones basadas en cannabis a pacientes con epilepsia del Hospital Garrahan y, de este modo, cumplió con su objetivo de "asegurar y promover el cuidado integral de la salud y el acceso gratuito al aceite de cáñamo a toda persona que se incorpore al programa".
A partir de esta iniciativa del Ministerio, "se garantiza por primera vez el acceso al aceite de cannabis de grado farmacéutico, purificado y altamente concentrado, para el tratamiento de pacientes con epilepsia farmacorresistente, con convulsiones asociadas con el síndrome de Lennox-Gastaut, el síndrome de Dravet y en epilepsia relacionada a Esclerosis Tuberosa", se indicó a través de un comunicado.
El coordinador del programa de Cannabis Medicinal del Ministerio de Salud, Marcelo Morante, habló con Las Primeras Noticias y dijo que es un avance muy importante porque “se está evitando que haya mamás que sean perseguidas penalmente”.
“Que los niños epilépticos se atiendan en un hospital como el Garrahan y reciban los fármacos para su tratamiento, cierra un ciclo arduo de trabajo”, dijo Morante en referencia a los años de militancia y lucha por parte de las familias que bregaban por la legalización del cannabis medicinal.
El proyecto de ley se aprobó el pasado 15 de julio en la Cámara de Senadores de la Nación y estableció un marco regulatorio de la cadena de producción, industrialización y comercialización de la planta de cannabis, sus semillas y sus productos derivados para uso industrial y medicinal, incluyendo la investigación científica con vistas a satisfacer el mercado local y generar exportaciones.
El marco normativo buscó "desbaratar el mercado informal de aceites y otras preparaciones herbarias irregulares que existe en la actualidad y terminará con la proliferación de productos que carecen de cualquier tipo de control respecto de su composición y calidad".
También se indicó que el primer objetivo del proyecto consiste en "establecer un marco legal que autorice -a través de un fuerte esquema regulatorio- las etapas de siembra, cultivo, cosecha, producción, almacenamiento, transporte, comercialización, importación, exportación y posesión de semillas de cannabis, de la planta de cannabis y de sus derivados con fines de aplicación medicinal, terapéutica, paliativa o de investigación científica".
El segundo objetivo "consiste en legalizar los diferentes eslabones productivos y de comercialización del cáñamo o cáñamo industrial y sus subproductos".
“El Estado ha adquirido una función estratégica en el proceso de investigación. El escenario planteado ayer ayudará a acceder a productos de calidad”, destacó Morante.