El histórico Luis Scola, campeón olímpico en Atenas 2004, agradeció este miércoles el reconocimiento de sus compañeros, árbitros y rivales en el partido que significó su retiro del seleccionado nacional de básquet tras la caída con Australia por 97 a 59 en los cuartos de final de los Juegos de Tokio 2020.
"Le agradezco a la camiseta, lo disfruté mucho y me voy en paz", declaró el capitán argentino poco después de la dura eliminación ante los australianos.
Cuando faltaban 51 segundos para el final del partido por los cuartos de final entre Argentina y Australia, que ganó cómodamente el equipo oceánico por 97 a 59, el tiempo se detuvo. El capitán de la selección argentina de básquet Luis Scola jugó su último partido en un juego olímpico.
A los 41 años, luego de haber ganado la medalla de oro en Atenas 2004 y la de bronce en Beijing 2008, el gran jugador que fue abanderado de la delegación argentina en Londres 2012, salió de la cancha y el partido dejó de jugarse: su equipo, los pocos asistentes -deportistas, prensa y autoridades del comité olímpico presentes- y la totalidad del equipo australiano aplaudieron de pie el último acto de uno de los grandes deportistas argentinos de todos los tiempos.
Luego del partido, Scola dijo a los medios que esta muestra de afecto lo agarró "con la guardia baja".
"Uno por ahí espera que tus compañeros, que tus entrenadores te reconozcan, pero en un momento levanté la cabeza y vi a los rivales, a los periodistas, a la poca gente que había en la cancha, y me golpeó un poco; lo agradezco mucho de corazón", dijo, sobre lo que fue su último partido como capitán del seleccionado.
"Fue un regalo que me llevo para siempre, no lo voy a olvidar nunca. Al final del día, el respeto de tus compañeros, de tus pares, es el último premio que uno puede conseguir. Ya me iba bien, pero me voy todavía un poco mejor", continuó. "La palabra que me viene a la cabeza es 'Paz'. Me voy en paz".