El diputado sindicalista Hugo Yasky anunció este miércoles la presentación de un proyecto en la Cámara baja para reducir la jornada laboral en Argentina a 40 horas semanales "sin bajar los salarios" y la posibilidad de elegir cuatro días por semana de trabajo. Una iniciativa que se suma a la ya adelantada por la referente de la Asociación Bancara Claudia Ormachea, que propone un tope de 36 horas por semana, con seis horas máximo por jornada.
Ambas iniciativas de los legisladores del Frente de Todos buscan modificar la Ley 11.544 que regula las horas de trabajo a 48 horas semanales con un máximo de ocho horas diarias. Una de las jornadas laborales más extensas, fijada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hace 101 años.
En este marco, el secretario general de la CTA de los trabajadores argumentó que "los índices de desocupación son alarmantes" y que con los cambios en la legislación laboral se abre la posibilidad de "distribuir más equitativamente un bien escaso como el empleo".
"El impacto positivo en el ambiente está estudiado: reducción de combustión, del gasto de energía y de la circulación de gente. La posibilidad de tener una vida menos alienada representaría beneficios incuestionables para lxs trabajadorxs y la sociedad en su conjunto", detalló. Además, aseguró que la experiencia en Islandia "demostró una mejora en la productividad", por lo que la medida también beneficiaría a grupos empresarios.
El proyecto de Ormachea, por su parte, busca "la reducción de jornadas sin reducción de salarios, manteniendo los niveles salariales" y prevé que los sueldos en la Argentina "perdieron, en el período 2016/2019 según las mediciones INDEC o el INDEC de la Cámara de Diputados, entre un 26,4 y un 31,4% del poder adquisitivo".
"Partimos de la premisa que el derecho del trabajo no crea trabajo, pero el derecho del trabajo con la modulación de la jornada permite su redistribución", subrayó la diputada.
La experiencia de países que redujeron la semana laboral a cuatro días
Islandia
Es el caso más exitoso. Entre 2015 y 2019 se redujo la semana a cuatro días, los niveles de productividad se mantuvieron y en algunos casos mejoraron. Según la investigación del Ayuntamiento de Reykjavik, la clave fue la reducción del estrés: la reducción le permitió a los empleados equilibrar su vida personal y laboral.
Nueva Zelanda
La empresa Unilever fue una de las primeras en probar la propuesta de "trabajar un 80%" pero "recibir el 100% de salario" con éxito. En base a esa prueba, el Gobierno de Jacinda Ardern propuso la semana laboral de cuatro días como medio para la reactivación económica.
Japón
Microsoft Japón ensayó en el transcurso de un mes su Proyecto de Reforma de Trabajo con 2600 empleados, sin disminución de sueldo y la productividad aumentó un 39,9 por ciento. Ahora las autoridades japonesas evalúan la reducción de la jornada con el fin de que los empleados tengan más tiempo libre, equilibren la vida personal con la laboral y mejore la tasa de natalidad en el país.
España
A comienzos de 2021, Pedro Sánchez propuso un plan para establecer la semana laboral de cuatro días y destinar 50 millones de euros a empresas que adopten este modelo. No obstante, la iniciativa perdió apoyo y fue tildado de "rígido" por su propio partido, ya que debía permitir flexibilidad entre la empresa y el empleador