En el 196 aniversario de la independencia de Bolivia, el presidente, Luis Arce, brindó ante la Asamblea Plurinacional un interrumpido discurso en el que reivindicó los logros de su gobierno y los de Evo Morales y fustigó lo sucedido durante los 11 meses del gobierno de facto de Jeanine Áñez.
Arce comenzó con un repaso de la historia de Bolivia y subrayó que hubo “líderes y lideresas indígenas que dieron su vida” por la independencia a los que “la historia oficial invisibilizó durante mucho tiempo”. “La colonialidad se mantuvo viva” durante décadas, “condenando a la opresión a las grandes mayorías del país”, aseguró el mandatario.
El quiebre estuvo en la asunción en 2006 de Evo Morales, consideró Arce. “Bajo su liderazgo pusimos en marcha nuestra revolución democrática y cultural”, apuntó, antes de señalar una serie de hitos de sus gobiernos, entre ellos la redacción y aprobación de una nueva Constitución y la implementación de un “modelo económico social comunitario productivo, hecho por bolivianos y para bolivianos”.
“Luego del golpe de Estado de 2019”, comenzó a decir el presidente boliviano, pero fue interrumpido por los gritos de asambleístas, como en otras varias ocasiones a partir de ese momento. “Fraude”, se coreaba desde la oposición, en referencia a las elecciones de noviembre de 2019 que según los resultados oficiales le dieron un nuevo mandato a Morales. “Lucho, Lucho”, respondían desde el oficialismo, coreando el apodo del actual presidente, mientras mostraban carteles con el mensaje “Fue golpe”.
Después de varios minutos de idas y vueltas, Arce pudo retomar su discurso para asegurar que el golpe instaló “un gobierno inconstitucional e ilegítimo” que intentó mantenerse en el poder con la postergación de las elecciones “utilizando la pandemia como pretexto para seguir vulnerando derechos”.
“Los 11 meses de gobierno de facto nos demostraron de manera clara y contundente los objetivos que tuvo el golpe de Estado: restituir la república colonial y reinstalar el fracasado modelo neoliberal”, subrayó Arce, para más adelante asegurar que hay “grupos antipatria” que, “a través del golpe de Estado y con cómplices internacionales para reprimir al pueblo, siempre quieren imponer con violencia lo que no consiguen democráticamente en las urnas".
“No descansaremos en exigir procesamiento y sanción de los autores del golpe, quienes deben responder ante la justicia por los actos ilegales, ilegítimos y violentos que perpetraron contra el pueblo, la democracia y la constitución”, añadió el presidente boliviano, generando aplausos entre el oficialismo y abucheos en los opositores.