El poeta, novelista y ensayista Fabián Casas pasó por el aire de Pasajera en trance y se refirió a la publicación de sus últimos libros, su estado de ánimo durante los meses de encierro por la pandemia y su relación conflictiva con la tecnología.
“Hay artistas de las redes sociales, más jóvenes que yo, que toman las nuevas tecnologías, y a ellos les funciona”, dijo, al ser consultado sobre cómo aborda el proceso de escritura en una época de saturación tecnológica.
“Tengo mail porque una vez me gané una beca en Estados Unidos y me obligaron a tenerlo, y ahora en pandemia una amiga me hizo un Instagram porque pensaba que me podía venir bien, y le dije que aclarara que lo maneja ella. Y eso me produjo cosas lindas, porque me contactaron chicos y chicas de todas partes del mundo, alumnos de escuelas y demás, y surgieron cosas buenas”, aseguró el autor de Ocio, Los Lemmings y Ensayos bonsái, entre muchos otros libros.
Sin embargo, aclaró que no tiene “la gimnasia” para estar todo el tiempo mirando el celular: “Yo soy más físico, me cuesta mucho la vida virtual", enfatizó.
“Antes de la aparición del celular y de que te estuvieran avisando todo el tiempo que hay otro lugar al que ir, vos estabas en una fiesta y te sentías mortal, sentías que estabas ahí y no tenías noticias de que hubiera otra fiesta, entonces hacías todo lo posible para que eso funcionara, le ponías mucha energía. Ahora no: te podés ir a otra, o a otra, y así, y nunca se llega a completar esa satisfacción”.
Escritura en pandemia
Entre otros libros, Casas publicó este año Los teresos (Blatt y Ríos), una obra de teatro que, según se lee en el texto informativo de la editorial, trata sobre “criaturas que andan perdidas en la vida”.
Al respecto, su autor aseguró que durante algunos tramos de los últimos meses de pandemia el proceso de escritura se dio a través de Whatsapp.
“Tengo dos grupos de Whatsapp, uno con mis hermanos, con quienes nos organizamos para cuidar a mi papá, que anda enfermo, y otro con amigos que no viven acá, y con quienes me comunico a través del chat. Y entonces, mientras iba caminando hacia lo de mi papá se me iban ocurriendo poemas, o cuando paraba con el auto en algún lugar. Y los escribía por el chat y los mandaba al grupo”.
Editoriales independientes
"Me parece que la literatura más inquietante está en las editoriales independientes porque son las que asumen más riesgos. Es algo natural para mí publicar en editoriales más chicas, aunque también estoy contento en Emecé, por ejemplo. Trato de publicar en todos lados. Me siento bien en una editorial grande como en una más independiente”.