Por primera vez en la historia, la Justicia condenó a genocidas de la Escuela de Mecánica de la Armada por delitos sexuales contra prisioneras de ese centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico militar. El Tribunal Oral Número 5 condenó luego de 10 meses de juicio oral y público a Jorge “Tigre” Acosta y Alberto “Gato” González a 24 y 20 años de prisión.
Según publicó Página/12, los represores fueron hallados culpables de abusos sexuales y psicológicos, manoseos, tocamientos y violaciones a tres mujeres que permanecieron secuestradas en el Casino de Oficiales del predio de la Armada entre 1977 y 1978.
El “Tigre”, en calidad de jefe del grupo de tareas 3.3.2, la patota que secuestró, torturó, violó, robó, desapareció y asesinó en ese centro clandestino, fue acusado entonces por los tres casos. El “Gato”, oficial de Inteligencia y uno de sus integrantes, por solo uno.
Además, las penas de Acosta y González se unificarán con las condenas a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos en el Proceso de Reorganización Militar que comenzó con el golpe de Estado de 1976. Tales sentencias se dieron en varios juicios orales y públicos en los que pese a que el Ministerio Público Fiscal y varias querellas en representación de sobrevivientes y familiares de detenidos desaparecidos de aquel centro clandestino acusaron a los genocidas.
Sin embargo, el TOF 5 no incorporó en aquellos fallos los hechos de violencia sexual por los que fueron señalados en innumerables testimonios.
El expediente fue investigado por el Juzgado Federal número 12 entre 2011 y 2015, cuando los abusos y violaciones sufridas por Silvia Labayrú, Mabel Zanta y María Rosa Paredes fueron elevados a juicio oral. Los hechos ocurrieron durante 1977 y principios de 1978, según la acusación con la que ambos represores llegaron a juicio, mientras que los fundamentos del veredicto se conocerán el próximo 12 de octubre.
Fallo histórico
Los delitos sexuales comenzaron a ser considerados como autónomos en el marco de juicios orales de lesa humanidad en 2010 cuando el Tribunal Oral federal de Mar del Plata condenó al exsuboficial de la Fuerza Aérea Gregorio Molina por violación agravada, además de homicidios. Dos años después, Casación confirmó la pena. Y tras este caso, llovieron decenas de denuncias de este tipo.
Hasta la fecha, esos delitos habían formado parte de las acusaciones en los diversos juicios que se llevaron a cabo sobre los crímenes de la Esma, cosa que no se vio reflejada en ninguna de las sentencias, de acuerdo a lo publicado en Página/12.