"Una pesadilla". Así describieron mujeres afganas la situación ante la toma total del poder por parte del movimiento talibán y su temor a que se imponga una serie de reglas y prohibiciones ortodoxas de la ley islámica que echen para atrás todo el recorrido de un camino de derechos sociales y económicos que ganaron en las últimas décadas.
Referentes en ámbitos culturales, sociales y políticos expresaron su preocupación. Aisha Khurram (22), representante de la juventud afgana ante la ONU y estudiante de la Universidad de Kabul, dijo que "para toda la nación, ver cómo todo se hundía en un instante fue el fin del mundo". Su futuro es "incierto", ya que debía graduarse en pocos meses, pero tanto ella como sus compañeras no pudieron volver entrar en el campus.
Aisha denunció que ya hay mujeres esclavizadas. La periodista Shabnam Bayani, por su parte, advirtió que "las mujeres desaparecieron de las calles de Kabul por temor a la acción de los talibanes" y en diálogo con la emisora panárabe Al Arabiya también advirtió que niñas y adolescentes, todas menores, obligadas en los últimos días a casarse con combatientes talibanes".
Malala Yousafzai, la activista pakistaní y ganadora del Premio Nobel de la Paz, vivió en carne propia el horror: a sus 14 años escapó de la muerte "de milagro", cuando los talibanes le dispararon porque era "culpable" de querer ir a la escuela. En su cuenta de Twitter, llamó a proteger a "las mujeres, las minorías y los defensores de los derechos humanos".
Fawzia Koofi, militante por los derechos humanos y antigua vicepresidenta del Parlamento afgano aseguró estar "horrorizada" y reflexionó: "La historia se repite tan rápido", según AFP.
En las redes sociales circularon dos imágenes de una corresponsal en Afganistán de CNN el día anterior y el día después de la toma de control de los talibanes. El domingo la mujer estaba vestida de remera y pañuelo. El lunes ya usaba un Hiyab, que tapaba su pelo y su cuello.
Las 29 reglas y prohibiciones para las mujeres, según la ley islámica
Durante 1996 y 2001, los talibanes en el gobierno impusieron una visión "ultraortodoxa de la ley islámica" que impedía a las mujeres una serie de acciones, formas de vestirse, hablar y mostrarse. Incluso se establecen una serie de castigos públicos.
- Prohibición total de trabajar fuera del hogar. Solo unas pocas doctoras y enfermeras pueden trabajar en algunos hospitales de Kabul. Pero todas las otras profesiones quedan restringidas a los hombres
- Prohibición total de la actividad de las mujeres fuera del hogar a menos que estén acompañadas de un mahram (pariente masculino cercano, como padre, hermano o esposo)
- Prohibición de tratar con comerciantes masculinos
- Prohibición de que sean atendidas por médicos varones
- Prohibición de que estudien en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa. (Los talibanes han convertido las escuelas de niñas en seminarios religiosos)
- Obligación de usar un velo largo (burka), que las cubra de la cabeza a los pies
- Se azotará, golpeará e insultará a las mujeres que no vayan vestidas de acuerdo con las reglas de los talibanes o las que no estén acompañadas de un mahram
- Si no tienen los tobillos cubiertos se les castigará con azotes en público
- Lapidación pública a las mujeres acusadas de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio (los dos amantes son apedreados bajo esta regla)
- Prohibición del uso de cosméticos. (A muchas mujeres con las uñas pintadas se les han cortado los dedos)
- Prohibición de que las mujeres hablen o estrechen la mano de hombres que no sean mahram
- Prohibición a las mujeres de reír a carcajadas. (Ningún extraño debería escuchar la voz de una mujer)
- Prohibición a las mujeres de usar zapatos de tacón, que producirían sonido al caminar (un hombre no debe escuchar los pasos de una mujer)
- Prohibición a las mujeres de viajar en taxi sin mahram
- Prohibición de la presencia de mujeres en radio, televisión o reuniones públicas de cualquier tipo
- Prohibición de que las mujeres practiquen deportes o ingresen a un centro o club deportivo
- Prohibición a las mujeres de andar en bicicleta o motocicleta, incluso con sus mahrams
- Prohibición de que las mujeres usen ropa de colores brillantes. En términos de los talibanes, estos son "colores sexualmente atractivos"
- Prohibición de que las mujeres se reúnan para ocasiones festivas como los Eids, o con fines recreativos
- Prohibición a las mujeres de lavar ropa junto a ríos o en lugares públicos
- Modificación de todos los topónimos incluida la palabra "mujeres". Por ejemplo, "jardín de mujeres" ha pasado a llamarse "jardín de primavera"
- Prohibición de que las mujeres aparezcan en los balcones de sus apartamentos o casas
- Pintura obligatoria de todas las ventanas, para que las mujeres no se vean desde el exterior de sus casas
- Prohibición de que los sastres masculinos tomen medidas de mujeres o cosan ropa de mujer
- Prohibición de baños públicos femeninos
- Prohibición a hombres y mujeres de viajar en el mismo autobús. Los autobuses públicos ahora han sido designados "solo para hombres" (o "solo para mujeres")
- Prohibición de pantalones acampanados (anchos), incluso debajo de un burka.
- Prohibición de fotografiar o filmar mujeres
- Prohibición de fotografías de mujeres impresas en periódicos y libros, o colgadas en las paredes de casas y tiendas
La promesa talibán
Los talibanes afirmaron que respetarían los derechos humanos si regresaban al poder en Afganistán, enfatizando en los de las mujeres, pero según los "valores islámicos" más ortodoxos.
Sin embargo, las mujeres afganas miran con desconfianza esas promesas, sobre todo aquellas que durante dos décadas pudieron concurrir a la universidad, ocuparon cargos de responsabilidad política, en periodismo, el poder judicial y las fuerzas de seguridad.