El número de muertos por las explosiones en el aeropuerto y en un hotel de Kabul, la capital de Afganistán, ascendió este viernes por la mañana a 110, según reportó la agencia de noticias Al Jazeera. Dentro de esa cifra de fallecidos, se encuentran 13 soldados estadounidenses.
Las operaciones aéreas de evacuación fueron reanudadas, pero las fuerzas militares estadounidenses no descartan nuevos ataques en la zona del aeropuerto. En las últimas horas, varios países dieron por finalizados sus operativos de evacuación por las posibles amenazas.
El presidente norteamericano, Joe Biden, prometió encontrar a los responsables y tomar acciones concretas. "No perdonaremos y no olvidaremos. Los perseguiremos y los haremos pagar", aseguró el mandatario en conferencia de prensa. Desde la Casa Blanca señalaron como responsables del atentado al grupo ISIS-K.
Durante la mañana del viernes el Reino Unido había emitido un alerta por un posible "ataque terrorista" y le solicitó a la población alejarse del aeropuerto para evitar víctimas fatales.
La fecha límite para el retiro de tropas estadounidenses del territorio afgano está pautada para el 31 de agosto. Todavía miles de ciudadanos esperan por salir del país por temor a las acciones que pueda tomar el gobierno talibán respecto a las mujeres y minorías, aunque cuando tomaron el poder prometieron un gobierno amplio e inclusivo.
¿Qué se sabe de ISIS-K?
ISIS-K es uno de los grupos más extremos y violentos de todos militantes yihadistas que operan en Afganistán. Esta facción se creó en enero de 2015 en el apogeo del poder de Estado Islámico en Irak y Siria, antes de que su califato fuera derrotado por los Estados Unidos.
El grupo recluta a yihadistas afganos y paquistaníes. Está integrado mayoritariamente por desertores de los talibanes afganos. A diferencia de los talibanes, cuyo objetivos se limitan a Afganistán, ISIS-K es parte de una organización mundial del Estado Islámico al que se lo acusa de llevar a cabo ataques contra objetivos internacionales.
Fuentes de inteligencia le atribuyeron al ISIS-K las peores atrocidades que han tenido lugar en Afganistán en los últimos años como ataques dirigidos a escuelas de niñas, hospitales e incluso una sala de maternidad donde murieron mujeres embarazadas y enfermeras.