"Te amo, te odio, dame más", repite Charly García en "Peperina", la canción que se convirtió en una insignia de Serú Girán, y resume la historia de presunta "venganza" que rodea al tema. Hoy se cumplen 40 años de esa obra que se considera un emblema del rock nacional pero le valió al grupo una censura en plena dictadura cívico-militar y un estigma para la protagonista de la canción que le da nombre al disco.
Se estrenó el 31 de agosto de 1981 y contiene otros éxitos de la banda que también integraban David Lebón, Pedro Aznar, y Oscar Moro como Cinema Verité y En la vereda del sol. Serú venía de hacer el show más multitudinario de la historia del rock argentino hasta ese momento: el de las casi 70 mil personas que poblaron La Rural el 30 de diciembre de 1980.
La presentación de "Peperina" en el Estadio Obras el 4, 5 y 6 de septiembre de 1981, marcó un contraste de recursos, de escenografía y de público, pero logró el efecto que García quería: una película. Mientras transcurría el recital, la banda proyectó videos que acompañaban la música.
Dos años después, en un concierto en el Luna Park, Charly presentaba Clics Modernos, su disco solista, y lanza una frase antes de comenzar a tocar el tema principal del álbum con Serú y adelanta la historia: ""Voy a tocar un tema de una chica que le gustaba ir a habitaciones de moteles, a ver si le daban algo. Y cuando no le daban, se enojaba. Decía 'ay estos chicos, qué mal que tocan'".
La historia de "Peperina"
"Voy a contarles una buena historia, la de una chica que vivió de euforia de ser parte del rock, tomando té de peperina", comienza la letra con la que García retrató a la periodista Patricia Perea y la marcó de por vida.
El 16 de noviembre de 1979, en plena dictadura militar, Perea asistió a un show que hizo el autor de "Los dinosaurios" junto a Serú Girán en el Club Municipal del barrio Alta Córdoba. Trabajaba para la revista Expreso Imaginario, donde escribía sobre música.
Esa noche, observó, anotó y publicó un artículo en el que calificó a la presentación del músico como "decadente" o con "voces desafinadas", entre otras duras críticas, que despertaron el enojo de la banda en general y en particular de Charly que respondió con este tema en el que la defenestra, plantea una presunta relación amorosa con el manager y la acusa de dormir "con los visitantes" y jugar "con los locales".
Hasta el día de su muerte el 19 de septiembre de 2016 a sus 56 años, Perea cargó con el estigma de la canción, que para los amantes del rock nacional, se canta sentida, de memoria, a los gritos. "Fue una cruz que tuve que llevar toda mi vida, hasta el día de hoy. Hay gente que imagina que soy lo que dice la película o la canción y nada que ver", declaró la protagonista.
La periodista estudió filosofía, dio clases, y escribió un libro en el que contó su verdad: Peperina por Peperina, publicado en 1955, año en el que Andrea del Boca la personificó en una película sobre su historia.
Censura
El disco, lanzado en plena dictadura cívico-militar, no se salvó de la censura. Varios de sus temas fueron cancelados o modificados por sus letras. En José Mercado, el tema 9 de "Peperina", Charly parodia al ministro de Economía de ese entonces, José Alfredo Martínez de Hoz, y su política económica. Asegura que "compra todo importado", "ahorra" en un pasaje, "pide rebajas" y "compra porquerías".
"José Mercado compra todo importado
lleva colores, síndrome de Miami.
alfombras persas y muñequitas de goma
olor a Francia y los digitales.
Hering, Chanel, disco show"
"Peperina" letra completa
Quiero contarles una buena historia
la de una chica que vivió la euforia
de ser parte del rock
tomando té de peperina.
Típicamente mente pueblerina
no tenía huevos para la oficina
subterráneo lugar de rutinaria ideología.
Romántica entonaba los poemas más brillantes
susurrándo al oído de mil representantes:
te amo, te odio, dame más.
Mirando al campo se olvidó del hombre
mirando al rico se vistió de pobre
para poder saber lo que chusmeaban las vecinas.
En su cabeza lleva una bandera
ella no quiere ser como cualquiera
ella adora mostrar la paja de la cara ajena.
Y dentro de su cuento ella era Cenicienta,
su príncipe era un hippie de los años sesenta.
Te amo, te odio, dame más.
Trabaja en los recitales,
vive escribiendo postales,
duerme con los visitantes
y juega con los locales,
su cuerpo tiene pegada grasa de las capitales.
Te amo, te odio, dame más.
Te amo, te odio, dame más.
Te amo, te odio, dame más.